Las familias damnificadas de distintas partes de la ciudad capital, que recibieron apartamentos en las urbanizaciones construidas por la Gran Misión Vivienda Venezuela en las zonas de Montalbán y la avenida Lecuna, denuncian que las infraestructuras están llenas de filtraciones y se caen a pedazos.
A Yelitza Coba y Berta Méndez les entregaron sus apartamentos en el edificio Rey de Reyes, ubicado en la avenida Lecuna de la parroquia Santa Rosalía, el pasado mes de diciembre, y pensaban que ya habían quedado atrás sus días de angustia, primero por haber perdido sus casas a causa de las lluvias y luego por haber tenido que vivir en refugios.
«Pero aquí estamos en peligro de quedar nuevamente damnificadas, desde el mismo momento en que nos mudamos denunciamos la serie de filtraciones de aguas blancas y servidas, pero nadie tomó en cuenta nuestras observaciones y ahora estos apartamentos se están cayendo a pedazos, al igual que los locales destinados a los proyectos socioproductivos», dijo Coba.
Indicaron que la edificación tiene 12 pisos, que viven 96 familias y que las aguas servidas se desbordan por las cañerías, las pocetas, fregaderos y lavamanos.
Indicaron que los locales destinados a los proyectos socioproductivos permanecen inundados.
«Realizamos una protesta en la calle; tenemos miedo de una tragedia, pues las filtraciones están llegando al sistema eléctrico, al punto que sale agua por las lámparas, señaló Méndez.
Igual situación.
Entre tanto, Jesús García, beneficiario de la urbanización Montalbán, en la parroquia La Vega, también construida por la Misión Vivienda Venezuela, señaló que allí las tres torres que han entregado tienen el mismo problema de filtraciones, obras inconclusas y de mala calidad.
En ambos casos los vecinos exigen al ministro de la Vivienda, Ricardo Molina, realice una inspección a dos complejos habitacionales, para que ofrezca pronta solución. (Olga Maribel Navas, Últimas Noticias, 13.07.13)