El Banco Central de Venezuela, en la información sobre los resultados del primer trimestre, notificó que en la caída que tuvo la construcción de 7,8% uno de los aspectos que impactó fue la escasez de insumos.
La crisis en el sector eléctrico y los problemas con el mantenimiento de las instalaciones afectaron la producción de cemento y de cabillas, la cual se encuentra en manos de empresas del Estado.
De acuerdo a datos que se manejan en el sector privado y el sector público, en el trimestre la producción de cabillas registró una caída de 33% y la de cemento tuvo una merma de 10%.
En el caso de las cabillas impactó la paralización de Sidor. Como parte de las medidas de ahorro eléctrico dejaron de operar tres hornos y por ende el suministró bajó. El abastecimiento quedó en manos de las siderúrgicas privadas, pero éstas también tuvieron que reducir su ritmo de actividad por las medidas de ahorro de energía.
El presidente Hugo Chávez este domingo destacó que «ahora somos dueños del cemento» y apuntó que el precio del saco es bajo gracias al socialismo.
Sin embargo, la producción en el primer trimestre descendió por las dificultades que se enfrentan con el mantenimiento de las instalaciones y el menor flujo de caja. Según fuentes oficiales, los mayores problemas estuvieron en Cemex y Fábrica Nacional de Cementos.
A ello se sumaron las fallas en la distribución del producto. Algunas de las embarcaciones que se utilizan para trasladar el cemento se encuentran en revisión y por lo tanto el transporte se tiene que realizar por la vía terrestre, lo que ha impactado en las estructuras de costos de las constructoras. (Mayela Armas, El Universal, 01.06.06)