(Prensa CIEV) La presunta corrupción que impera en militares destacados en la población de Maripa, minimiza la efectividad del Plan Caura y ha contribuido a la escasa erradicación de esta ilícita actividad en la cuenca.
Así lo expresó Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV), tras ser contactado por diversos capitanes indígenas Yek´wanas y Sánemas asentados en la cuenca alta, medio y baja del río Caura.
Según expresaron los líderes de las comunidades originarias, junto a la agrupación -también indígena-, Centinelas del Caura, la zona se encuentra a merced de las mafias del oro, los efectivos castrenses y una delincuencia nunca antes vista en la cuenca.
“Entre las principales denuncias que realizaron a nuestra ONG destacaron la corrupción generalizada en el acceso de mineros criollos y brasileros, monitores hidráulicos, trata de blancas, contrabando de sustancias psicotrópicas, de combustible en tambores de 200 litros, de bebidas alcohólicas y armas”, señaló Lanz.
Un movimiento de insumos y equipos que inexplicablemente se movilizan vía fluvial desde la población de Maripa hasta el Alto Caura, pasando ‘inadvertidos’ -a pesar de su gran tamaño-, por los distintos puntos de control que tiene el 532 Batallón de Infantería de Selva “Teniente Alberto José Carregal Cruz”, en la cuenca baja y media del Caura, comandado por el Teniente Coronel del Ejército David José García Niño.
“Capitanes indígenas y líderes de los pueblos Yekwana y Sánema pertenecientes a “Los Centinelas de El Caura” son quienes han informado estas irregularidades que ponen en entredicho la labor institucional de la Fuerza Armada en la región, pero que a la vez deja entrever el por qué, a seis años de la primera incursión minera en el Alto Caura, hasta los momentos no ha logrado erradicarse y por el contrario, hoy nos llegan reportes que se han multiplicado exponencialmente los campamentos mineros”, señala Alejandro Lanz, director del CIEV.
Una situación preocupante que deja entrever la falta de articulación entre los organismos del Estado que han sido designados para poner coto final a esta problemática (Fuerza Armada Bolivariana, Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Fiscalía del Ministerio Público, Gobernación del estado Bolívar, entre otros).
MINERíA ILEGAL Y SALUD PÚBLICA
Las consecuencias de la extracción ilegal y descontrolada que padece El Caura, afecta sobremanera los frágiles ecosistemas de esta cuenca protegida bajo cinco figuras júridicas en materia ambiental y, más allá del desastre ecológico, el factor humano también se ha visto gravemente comprometido.
Según el informe que la organización Kuyujani -la cual agrupa a 53 comunidades Ye´kwana y Sanema de la cuenca de El Caura- consigno al CIEV la contaminación mercurial de los peces que consumen pone en riesgo la vida de las localidades aborígenes de modo alarmante.
El estudio, realizado por científicos de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre y de la Universidad de Oriente, a solicitud de Kuyujani; arrojó resultados contundentes.
De un universo de 1 mil 174 personas indígenas pertenecientes a cinco poblaciones Yek´wana y Sanema en las márgenes del bajo y alto Caura y uno de sus principales afluentes , el río Erebato; se analizaron muestras de cabello de mujeres adultas (principalmente embarazadas) a fin de determinar los niveles de mercurio en estas poblaciones, las cuales principalmente obtienen su alimento de la pesca en el río Caura.
Tras realizar los respectivos análisis, el 92% de personas que constituyeron la muestra, excedió el valor medio de referencia de mercurio total en cabello establecido por la Organización Mundial para la Salud (OMS): 2mg/kg. “El máximo nivel de mercurio capilar se presentó en una paciente que alcanzó 45,41 mg/kg (…) De la totalidad de los casos analizados el 36,8% exceden el nivel de 10mg/kg y el 7,2% supera el nivel de 20 mg/kg de mercurio total”, señala el informe científico.
Una situación de extrema gravedad ya que con estos niveles de mercurio capilar la OMS señala que existe un porcentaje significativo de probabilidad que los bebés de estas mujeres embarazadas nazcan con desórdenes neurológicos.
INVESTIGACION Y DEPURACION
Ante las denuncias realizadas en los últimos meses por diversos actores que hacen vida en Maripa e indígenas de El Caura con relación a las actuaciones -presuntamente irregulares- del 532 Batallón de Infantería de Selva “Teniente Alberto José Carregal Cruz”, al mando del Teniente Coronel del Ejército David José García Niño; el CIEV solicita muy respetuosamente al M/G Clíver Antonio Alcalá Cordones, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana (REDI Guayana) que aperture una investigación para constatar el funcionamiento del referido cuerpo castrense local a fin de constatar o no los señalamientos de corrupción y violación de derechos humanos que supuestamente han realizado, los cuales han sido reseñados por la prensa nacional y regional en los últimos meses. Entre ellos, los publicados por Adriana Boccalon, Revista Climax, 22.09.12; Diario El Expreso 10.12.2011; Correo del Caroní 13.07.2011.
“Consideramos que para que el Plan Caura cumpla con su objetivo de forma eficiente y respetando los Derechos Humanos, la Fuerza Armada debe estar exenta de cualquier cuestionamiento de corrupción”, destacó el ecologista.
En este sentido señaló la efímera efectividad de los Operativos Castrenses en el Alto Caura si existe el presunto pase de información por parte del Comandante García Niño a las mafias mineras y al grupo “Los Maripeños” que controlan el contrabando de insumos al Alto Caura.
Aseveración de la cual se hace eco el CIEV ante la información que han realizado capitanes indígenas del Alto Caura en referencia al pasado operativo que realizara en la zona la 53 Brigada de Infantería de Selva y el Área de Defensa Integral 512 bajo las órdenes del G/B Efraín Velasco Lugo.
“Los resultados no fueron acordes con la megaminería que se está realizando en el río Yuruaní, afluente de El Caura, y a pesar de estar alrededor de 300 equipos mineros, al llegar el General Velasco Lugo, ya gran parte había sido desmontada y ocultada, al igual que los centenares de ilegales aguardaban escondidos en la selva la llegada del operativo”, apuntó.
No obstante, informan que el cuestionamiento a la Fuerza Armada no se extiende más allá del destacamento de Maripa, y por ello solicitan al CIEV, institución ambiental que ha acompañado desde hace años a los pueblos indígenas en su lucha por el respeto de sus ecosistemas y la protección del ambienta en Guayana, que interceda ante el Alto Mando Militar a fin de aperturar las correspondientes investigaciones.
Señala Lanz, que por ser una zona de difícil acceso, poco se respetan los derechos humanos y los líderes indígenas se encuentran temerosos ante las represalias de García Niño, que pudiera ejercer -presuntamente.
En tal sentido, Alejandro Lanz, director del CIEV reitera el llamado al Mayor General Clíver Alcalá -de quien pende una reputación intachable-, para que tome cartas en el asunto, así como para solicitarle una acción militar mas contundente en el Alto Caura “porque 300 campamentos mineros si les llegan de verdadera sorpresa, no se pueden ocultar”, agregó.
SU BIODIVERSIDAD ES SU MAYOR TESORO
Catalogada como una de las cuencas hidrográficas del mundo tropical con mayor extensión inexplorada, El Caura es una región con una riqueza en biodiversidad inmensa, que supera con creces cualquier valor monetario de los recursos minerales que pudiera contener su cauce.
Protegida bajo cinco figuras jurídicas de carácter nacional, esta cuenca que ocupa una superficie de 45.336 km2 (5% del territorio nacional) en la cual están presentes al menos 475 especies de aves, 168 de mamíferos, 13 de anfibios y 23 de reptiles; en general constituyen los 30% de las especies de vertebrados terrestres registrados en Venezuela.
Además de los valores biológicos antes señalados, los bosques de la cuenca aportan una serie de servicios ambientales, donde estacan el almacenamiento de carbono, la regulación climática, la conservación de los suelos, producción de agua y el mantenimiento de reservorios que sustentan la vida animal -ya mencionados.
“Estas son sólo algunas de las razones por las cuales El Caura debe ser respetado y conservado ante cualquier actividad que atente contra su destrucción”, concluyó Alejandro Lanz.