El Plan Nacional Caura, además de dar respuesta a una situación de la actividad minera ilegal en la zona sur del territorio nacional, es un plan estratégico que plantea las innovaciones de un proyecto de defensa integral en beneficio del ambiente. Así lo sostuvo el diputado Manuel Briceño, quien integra la Comisión Permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Ordenación Territorial de la Asamblea Nacional (AN).

 “No es un operativo militar, aun cuando existe una fase que cumple un instrumento militar. El Plan Caura plantea la integración de los organismos del Estado, articulaciones de las instancias del gobierno estadal y municipal e incorporación de las comunidades afectadas”, aseveró Briceño.

Explicó que la importancia de la actuación de efectivos militares, específicamente de la Región Estratégica de Defensa Integral, en la primera fase del programa radica en que el tema de la minería ilegal es muy compleja y comprende una serie de problemas  de tipo ambiental, social, económica y de seguridad.

El diputado agregó: “Detrás de eso existe una serie de agentes que responden a muchos intereses transnacionales y a comercios de oro, diamante y a capitales de transnacionales que financian la actividad minera ilegal, lo que crea un problema de seguridad de Estado”.

Briceño refirió que el Plan Nacional Caura también está dirigido a garantizarle una mejor calidad de vida a las poblaciones y los mineros que habitan la región sur de Venezuela.

“Los mineros y sus familias son quienes resultan ser los grandes perdedores. Son quienes hacen el trabajo duro y fuerte, pero casi nunca se benefician de eso; además, son los principales afectados de las consecuencia que se derivan de la actividad ilegal, pero las ganancias reales se las llevan otros”.

Briceño explicó que el Plan Caura es un programa que se define en el contexto de una estrategia de defensa integral que abarca toda la región sur del país (Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro y Apure), aun cuando su acción inmediata se realiza en el estado Bolívar.

Fases del Plan Caura

La primera fase de acción es el componente militar conformado por la Armada Bolivariana, Ejército Bolivariano, Guardia Nacional Bolivariana, Aviación Militar Bolivariana y la Milicia Nacional Bolivariana.

Luego, dichos componentes militares cederán espacios a los otros organismos del Estado, como los ministerios para los Pueblos Indígenas, la Agricultura y Tierra, las Comunas y Protección Social, las Industrias Básicas y Minería, para la Salud y para la Educación, así como también a otras instituciones.

“El corto plazo comprende la fase militar, el replanteamiento del nuevo ordenamiento para tener un sustento instrumental político, social y económico e ir seleccionando o zonificando las áreas, para luego crear el Corredores de Conservación”, dijo.

A mediano plazo, «tendríamos que tener la adecuación de esos lugares para que esa potencialidad que tiene realmente se materialice: infraestructura, equipamiento para que cuente con todas las logísticas necesarias, para que esas cadenas productivas adquieran la fortaleza necesarias para su consolidación», explicó.

La última etapa del Plan consta de la integración de la región (Bolívar, Amazonas, Apure y Delta Amacuro) a la red de las grandes y pequeñas ciudades y a las áreas productoras que permitirá suplir las demandas, para que la zona sur del país tenga la capacidad de dar respuestas y de articular con otras regiones (AVN, 03.08.-10).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *