Un cuarto derrame de petróleo registrado en la población indígena de Santa Rosa de Tácata del municipio Freites obligó ayer en la mañana a los moradores a cerrar la vía nacional para exigir el saneamiento de las tierras y cupos de empleo.
Desde tempranas horas de la mañana los vecinos decidieron protestar para llamar la atención de las autoridades competentes en especial de Pdvsa, Ministerio del Ambiente y del gobernador del estado Aristóbulo Istúriz.
René Campos resaltó que el poblado cuenta con 3 mil 700 habitantes, quienes dependen de la siembra de maíz amarillo. Relató que los constantes derrames han ocasionado que se dejen de cosechar las 26 hectáreas que tienen por la contaminación de las tierras: «Desde el 6 de agosto del año pasado se vienen presentando derrames y nos estamos cansando de la burla de las autoridades de Pdvsa. El último se registró hace 8 días y se teme además por la contaminación de nuestros ríos».
Campos hizo énfasis en que sostuvieron recientemente una reunión en la sede del holding en Maturín, donde hubo el compromiso de declarar la emergencia mientras se saneaba el área, jornada que contaría con la entrega de 20 cupos de empleos para los residentes del caserío. Por ahora los trabajos aún no se inician.
Otra de las quejas que expuso fue el retraso por parte de la misión AgroVenezuela con la entrega de créditos. Estima que de seguir así la población no tendrá medios con que garantizar los alimentos a los niños y ancianos, por lo que esperan con urgencia la atención del caso o de lo contrario radicalizarán las acciones de protesta.
Dijo que esperan por lo menos indemnización por los daños causados. (Mundo Oriental, 26.02.13)
