Uno de los principales problemas ambientales del país y la región es la producción de desechos sólidos, sin embargo todos hablan de reciclar, ONG, gobierno, instituciones privadas, pero de querer hacerlo, ¿dónde se hace?
Así lo cuestionó Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV), para quien el tema del reciclaje se ha tratado de manera superficial en vez de ser abordado con realismo y especialmente con la responsabilidad que exige la magnitud del caso.
De acuerdo con cifras oficiales, 20 mil toneladas son tiradas diariamente en los vertederos a cielo abierto y en los seudo rellenos sanitarios del país, y el estado Bolívar, la situación no es diferente.
Ante esta producción no sostenible de desechos sólidos existen sencillos mecanismos se pueden aplicar en nuestras casas.
“Muy frecuentemente escuchamos mencionar la famosa fórmula de las Tres R. Tenemos, primero, la Reducción , que se lograría al adquirir la menor cantidad de objetos desechables. Segundo, La Reutilización, que consiste en prolongar la vida útil de cualquier objeto mediante la reparación. Finalmente, el famoso Reciclaje, consistente en la recuperación de materiales para la fabricación de nuevos objetos de la misma naturaleza, y constituye la opción de mayor aceptación en la mayoría de países del mundo, incluida Venezuela aunque no en el volumen y diversidad que es posible”, señala el director del CIEV.
Sin embargo, para el ecologista, a pesar del convencimiento general sobre las ventajas del reciclaje en materia de reducción de los desechos que deben ir finalmente a los vertederos, no se adopta esta práctica en los niveles que corresponde.
“Por ejemplo en Ciudad Bolívar se cae en el juego de las operadoras de aseo cuyo negocio generalmente es llevar mayor cantidad de basura para su pesaje a los vertederos, así como cobrar por cada camión incorporado al servicio, y por ello no se interesan ni se convierten en factores de apoyo para el reciclaje como correspondes(…)Asimismo, en los niveles de gobierno regional y nacional, no existen auténticas políticas de promoción y apoyo al reciclaje. Y vemos con asombro, como en distintas reuniones en los que participan especialmente representantes del nivel superior del gobierno, en este caso del Ministerio del Ambiente, evocan, simplemente se limitan a evocar, las bondades del reciclaje; cuando su verdadera función en este sentido sería convocar a todos los municipios del país, a través de sus oficinas regionales, para impulsar un verdadero proyecto de reciclaje a nivel nacional”, resaltó Lanz.
Mientras, otra arista, es el beneficio económico del reciclado, que si bien en la actualidad no representa un negocio para los recolectores, el Estado a través de políticas públicas y legislaciones, podría generar un ambiente más motivador.
“Para entender esta realidad, podemos ejemplificar que la tonelada de vidrio, colocada en los depósitos de la empresa Owens Illinois en Charallave, era pagada a Bs. F 70,00. Es decir, por un camión cargado con seis toneladas de botellas, sólo se recibían Bs.F: 420,00. Como puede deducirse, esta cantidad no alcanza ni siquiera para pagar el flete hasta el estado Miranda”, cuestiona Lanz.
En este sentido, hizo un llamado al Ejecutivo regional y municipal para afinar políticas públicas en función de la necesidad de reducir la producción de basura; “donde una de las partes principales es estimular a todos a que se involucren en la actividad del reciclaje sin que ello implique una erogación importante de recursos sino, todo lo contrario, que constituya una posibilidad real de trabajo para gente de la comunidad, con una remuneración adecuada. Por ello la necesidad, de que de alguna forma, las autoridades ambientales establezcan mecanismos de compensación adecuada y una supervisión que garantice el funcionamiento del sistema”, indicó finalmente Alejandro Lanz, director del CIEV.
Prensa CIEV