Hoy, Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, Amnistía Internacional se solidariza con todos los pueblos indígenas de América, quienes han sido, desde tiempos inmemorables, víctimas de la marginación y la discriminación.
Privados de voz en las decisiones que afectan a sus tierras, sus vidas y sus medios de subsistencia, sufren un nivel de pobreza desproporcionado, incluso cuando habitan zonas ricas en minerales y otros recursos naturales.
Muchos todavía hoy no cuentan con el reconocimiento estatal sobre la propiedad de sus territorios ancestrales y están en permanente riesgo de ser expulsados.
La extracción de recursos, la explotación agrícola y maderera y otros proyectos de desarrollo en los territorios indígenas son a menudo impuestos sobre estos pueblos, sin consultarlos ni respetar su derecho al consentimiento libre, previo e informado.
Frecuentemente, además, sufren actos de acoso y violencia, pues intereses privados y poderosas empresas incumplen las leyes nacionales e internacionales en su deseo de obtener beneficios y los Estados no cumplen con su obligación de proteger los derechos de estas comunidades, incluso llegando a perseguir criminalmente a sus líderes o desprestigiarlos.
Si bien el continente ha hecho importantes avances en el reconocimiento constitucional y legislativo de los derechos de los pueblos indígenas, lamentablemente en muchos casos estos derechos son ignorados o aplicados de un modo que no respeta de forma adecuada sus tradiciones culturales, como por ejemplo cuando no se consulta con ellos legislaciones que afectan sus derechos o se los mantiene en riesgo permanente de desalojo de sus territorios ancestrales.
En Venezuela los casos emblemáticos están relacionados al proceso de demarcación del hábitat y las tierras Yukpa, en el Estado Zulia, como la muerte del cacique Sabino el pasado mes de marzo, lo que por años ha desatado la violencia entre la dirigencia de esta etnia indígena y las familias ganaderas.
La situación afecta no sólo a familias Yukpa, sino también a varios sectores del pueblo de Machiques, cercano a la Sierra de Perijá, y a funcionarios de las instituciones militares, policiales y encargados de administrar justicia del Estado venezolano.
En este día todos los gobiernos de la región deben demostrar su voluntad política de respetar, proteger y garantizar todos los derechos humanos de los pueblos indígenas de América.
Estándares Mínimos
Los derechos de los pueblos Indígenas a su territorio, a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado entre otros derechos reconocidos a estos pueblos, están recogidos en la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Esta Declaración es resultado de más de 20 años de negociaciones y todos los Estados de América la han respaldado.
Estos derechos también están recogidos en el Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales (Convenio 169) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por la mayoría de los Estados de América.
Asimismo han sido apoyados reiteradamente por la ONU y los órganos regionales vigilancia de los tratados, como el Comité de Derechos Humanos, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. (Amnistía Internacional, 09.08.13)