Como informó el portal http://www.mundo-oriental.com.ve Un persistente bote de hidrocarburos en la cuenca de dos importantes ríos así como frecuentes derrames de ripios por parte de unidades que transportan este desecho derivado de la industria petrolera a un centro de almacenamiento, mantienen en jaque a las comunidades indígenas asentadas en el sector Tascabaña, en el municipio Pedro María Freites, quienes que exigirán al Ministerio del Ambiente un pronunciamiento sobre lo que consideran un ecocidio en progreso.
La denuncia fue hecha esta semana por el edil Benito Machuca, presidente de la Cámara Municipal de esta localidad de la Zona Centro y quien destacó que “estamos viendo como se está haciendo un grave daño a lugares que han servido como morada y fuente de sustento a nuestros hermanos aborígenes sin que las autoridades nacionales hagan algo al respecto”.
Machuca señaló que en el caso de la empresa Cetrapeca, dedicada al traslado y almacenamiento de sustancias tóxicas, “se han violado todas las normas ambientales y de seguridad, omitiendo las exigencias previas de presentar documentos que validen su ubicación en esta zona”.
“Antes de que esa compañía iniciara actividades, solicitamos que se dieran a conocer la permisología otorgada por el Ministerio del Ambiente, detectando irregularidades, como incoherencias en la ubicación final de los tanques, que debían construirse en la zona de Bajo Hondo, pero que al final no fueron tomadas en cuenta y han generado daños graves en nuestro ecosistema”.
El concejal destacó que las unidades que llevan los lodos petroleros contaminados suelen derramar el contenido “desde la carretera principal hasta la misma zona de descarga e incluso ya se han reportado varios volcamientos en el sector Morichal con el consiguiente vertido de la carga a lugares cercanos a los ríos Tascabaña y Tasaicure, generando riesgo de contaminación”.
“A eso se suma el que hay proliferación de gases inflamables y malos olores a tiempo que las lluvias de las últimas semanas han regado los contaminantes a zonas de siembra, afectando unas cien hectáreas productivas, las cuales se encuentran totalmente erosionadas e inutilizables”.
El presidente del Concejo Municipal de Freites advirtió que tal situación podría desencadenar afecciones de la piel y de las vías respiratorias, sobre todo en niños y adultos mayores, a la vez que limita las acciones de siembra y ganadería a áreas mucho menores.
“Tal irregularidad no ha pasado desapercibida para los concejales, quienes junto a nuestros asesores estamos analizando la posibilidad de solicitar un amparo constitucional al Tribunal Supremo de Justicia, tomando en cuenta las violaciones a la Ley de los Pueblos Indígenas, lo que nos permitiría paralizar y mudar a esta empresa a una zona donde no genere un impacto ambiental tan negativo”. Señaló que adicionalmente, solicitarán un nuevo pronunciamiento de la Dirección Regional del Ministerio del Ambiente “para que tome cartas en este asunto”.
Bote de gas
En cuanto al bote de gas reportado desde hace varios años en la cuenca del Río Tascabaña, Machuca puntualizó que “esperamos instalar una nueva mesa de trabajo con Pdvsa para contrarrestar esta anomalía”.
“Sin embargo, desconocemos los resultados del estudio sismográfico que fue realizado hace varios meses mientras que la búsqueda de la fuga de hidrocarburos y la construcción de un sistema de potabilización de agua siguen paralizados sin que ningún representante oficial de una respuesta al respecto”.
“Y mientras esto ocurre, la contaminación de los ríos y las tierras productivas de nuestra gente sigue adelante, afectando su modo de vida ancestral”, concluyó.