De la caza, la pesca y siembra de verduras y hortalizas, vivieron por más de dos siglos (desde 1783) las familias indígenas de Tascabaña I y II del municipio Freites.
Pero desde hace más de una década, la vida de los kariñas cambió tras contaminarse el río que lleva el mismo nombre de la comunidad, con gas y petróleo.
12 años atrás se asomaron en el principal reservorio de agua las primeras burbujas de gas y a estas se sumaron los constantes derrames de petróleo que se producen cerca del afluente.
Hace más de dos meses se presentó otra emanación de hidrocarburo (desde una tubería deteriorada) y los residuos aún se observan en el agua, pese a los chorizos (esponjas) que colocó Pdvsa.
El expresidente del Concejo Municipal de Freites, Benito Machuca, también residente de Tascabaña I, dijo que están en presencia de un gran ecocidio.
Las emanaciones provocaron contaminación de todos los suelos y acuíferos que surten a los kariñas, lo que agravó la escasez de agua. Al menos 450 familias están afectadas por el problema y el gobierno no ejerce ninguna acción.
“Más de 30 pozos de gas que rodean la comunidad han estado inactivos por 45 años. Y dos de ellos se desplomaron en 1999 y han estado emanando más carburante, el cual llegó hasta el río y lo contaminó, al igual que los acuíferos. Por esta razón el agua de la zona no se puede beber. Nosotros seguimos con el temor de que alguno estalle, pese a que Pdvsa y expertos han dicho que no hay peligro, que este es un hecho natural”.
Lo cierto es que las consecuencias han sido catastróficas. Aunque la pesca y cultivos forman parte de la cultura ancestral, ya no es posible porque muchas especies murieron.
Tampoco pueden cultivar, pues los suelos están contaminados y no reciban apoyo crediticio para cultivar con sistema de riego. “Ahorita pocos siembran en pequeñas cantidades yuca, batata y tomates”.
Esperanza perdida
En 2006, los indígenas vieron una luz al final del túnel, cuando el presidente Hugo Chávez aprobó un proyecto endógeno por Bs 3 millones 356 mil 831 destinados a desarrollar un complejo yuquero en la comunidad y la alcaldía aportó Bs 991.517,93.
“Pero este proyecto nunca se concretó, pese a que allí se invirtieron más de Bs 4 millones. Se construyó el galpón, los baños, la cerca perimetral, se instaló la electricidad y por falta de vigilancia todo se perdió. La planta procesadora no se compró”, dijo Machuca.
Y aún peor: se robaron la mitad del techo del galpón, tres transformadores, parte de la cerca, las puertas, lámparas, pocetas y lavamanos.
Dijo que el gobierno anterior tenía los recursos pero nunca tuvo la voluntad de activar el proyecto.«Los kariñas viven ahora de lo poco que siembran, algunos hacen casabe, otros trabajan por chance en petroleras, la mayoría están desempleados».
El gobernador indígena de Tascabaña, Orlando Martínez, indicó que esperaban al menos la contratación de más de 300 padres de familias con la puesta en marcha del proyecto, “pero todo se perdió”.
Más trabajo
Señaló que la idea no sólo era crear trabajo para las familias de Tascabaña I y II, sino también de otras nueve comunidades: Cashama, Bajo Hondo, La Florida, Las Potocas, Barbonero, Mapiricurito, Sombrerito, MareMare y Santa Rosa de Las Magnolias.
Tenían planes para laborar en tres turnos y hacer harina de yuca para pan y casabe, para almidón y alimento de animales. “Pero nada se concretó. Como tampoco se ha resuelto el problema del río que está contaminado desde 2002. Ahorita los kariñas sobrevivimos con la poca siembra”.
Machuca indicó que nuevamente elevarán las quejas ante Pdvsa San Tomé y el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas para que busquen soluciones.
Las respuestas
El alcalde del municipio Freites, Daniel Haro, indicó que ya hicieron los primeros contactos con el viceministro de Producción Alimentaria, coronel Johán Hernández, a fin de rescatar el proyecto endógeno (planta de yuca) en la comunidad de Tascabaña.
El mandatario local dijo que están planificando la realización de una asamblea en los próximos días en esta comunidad.
En el encuentro participaría la autoridad nacional, con el objetivo de escuchar los planteamientos de los habitantes.
“La idea es rescatar el proyecto lo más pronto posible”, aseveró el jefe local.
Promesa
El alcalde del municipio Freites, Daniel Haro, indicó que pronto será reactivado el pozo de agua en Tascabaña. “La falla se produjo porque se robaron una pieza de la bomba”. Dijo que ya la empresa Adrialca fue contactada por el gobernador indígena y está en el sitio revisando la obra.
Proyecto
El mandatario del municipio Freites, Daniel Haro, destacó que en los próximos días van a dar inicio a un proyecto de lagunas artificiales en esta comunidad indígena para la cría de peces, como cashama, y de esta forma ayudar a los habitantes con su sustento diario. (El Tiempo, Zobeida Salazar)