A nivel mundial, las actividades relacionadas a la minería aurífera artesanal han sido responsables de la contaminación del medio ambiente con mercurio. Los procesos de deforestación, erosión e inundación en las zonas afectadas, incrementan la solubilidad, dispersión y movilización del mercurio al ecosistema acuático.
La explosión temprana del metil-mercurio en humanos es una situación preocupante debido a que en el desarrollo prenatal del sistema nervioso central es muy susceptible a este neurotóxico (Clarkson, 1987). La exposición materna al metil-mercurio durante el embarazo se correlaciona con ciertos efectos que aparecen durante el desarrollo del infante, incluyendo retardo mental y alteraciones en las funciones motoras (Stern 1993). En los adultos puede causar daños cerebrales severos, incluyendo disturbios psicológicos, problemas auditivos, entre otros.
Igualmente muchos estudios epidemiológicos de la exposición con metil-mercurio han utilizado concentraciones de mercurio en el cabello como indicadores de la carga en el cuerpo (OMS, 1990). Es posible generar un perfil temporal de la exposición al metil-mercurio con base en las concentraciones de este metal en segmentos seriales del cabello.
En el caso de la cuenca Amazónica, diversos estudios han mostrado que las comunidades ribereñas presentan elevados niveles de mercurio en el cabello asociados al consumo de pescado, puesto que esta es la principal fuente de proteínas de su dieta.
En Venezuela, la cuenca del río Caura representa uno de los últimos grandes sistemas fluviales tropicales. Este río ubicado en el estado Bolívar constituye una gran zona de biodiversidad que incluye el 17% y el 32% de las especies de la flora y la fauna respectivamente, así como la presencia de una fracción significativa de la población indígena del país.
Los dos grupos étnicos que habitan la región del Caura- los Yekwana y los Sanema- hacen uso extenso de los bosques a través de sus sistemas de cultivo itinerante de conucos. Al igual que otras comunidades ribereñas Amazónicas, la mayor fuente proteica son los peces.
Las comunidades indígenas del Caura consideraron crucial conocer si los peces que consumen ya presentaban niveles de contaminación con mercurio y en que magnitud. Por ello, a solicitud de la Organización Indígena del Caura Kuyujani en el año 2010 fue realizado un estudio con el fin de determinar el contenido de mercurio presente en algunas de las principales especies de peces de consumo de estas comunidades.
Los resultados revelaron valores máximos de mercurio de hasta 1,80 mg/kg en estas especies. Así, todas las muestras presentaron valores máximos de mercurio superiores al valor de 0,5 mg/kg reportado como permisible por la Organización Mundial de la Salud. Pudo evidenciarse que los peces de la zona ya presentan niveles preocupantes de contaminación con metil-mercurio.
Considerando estos resultados y que los habitantes ribereños como las poblaciones Ye´kwana y Sanema dependen en gran medida del consumo de peces, es crucial evaluar el posible riesgo de contaminación al que estos podrían estar sometidos debido al consumo de peces contaminados con el metal. Informe-Indigenas