A ocho días de iniciada la huelga de hambre por la libertad del preso político yukpa Sabino Romero, así como el respeto al derecho de los pueblos indígenas al territorio, el cura jesuita José María Korta levantó la protesta, informó el sitio web Laclase.info. Ramón Domínguez y Limin Wu, quienes llevaban siete y cuatro días en huelga de hambre, respectivamente, también levantaron la medida de presión. No se concretó ningún acuerdo con el gobierno nacional, sólo existe el compromiso verbal del presidente Chávez de atender a las comunidades yukpa y las organizaciones solidarias que acompañaron la huelga de hambre. El presidente habría condicionado la reunión, para la cual aún no se ha definido una fecha, al levantamiento de la huelga de hambre.

El gobierno nacional se empleó a fondo para derrotar la huelga de hambre y aplastar la reivindicación de los derechos indígenas, sin escatimar recursos. El sistema nacional de medios públicos censuró totalmente la huelga de hambre. El ministerio de Asuntos Indígenas, recurriendo a viles métodos burocráticos, movilizó este fin de semana a decenas de rompehuelgas desde Perijá hacia la esquina de Pajaritos, donde se realizaba la acción de protesta encabezada por Korta, Domínguez y Wu. No conformes con esta puesta en escena, funcionarios del Ministerio del Interior y Justicia, y del propio Ministerio de Asuntos Indígenas, alentaron a un operador indígena del PSUV a coordinar una supuesta huelga de hambre contra Sabino Romero, con el único objetivo de chantajear a quienes exigían la libertad de los presos políticos yukpa y la materialización del derecho de los pueblos indígenas al territorio. El ensañamiento del gobierno contra los pueblos indígenas y sus esfuerzos por manipular a los elementos más débiles de estos pueblos para usarlos como esquiroles y grupos de choque, es un nuevo crimen de la política oficial, furiosamente racista y estrictamente apegada a la defensa de intereses capitalistas en Perijá.

A todo esto se sumó el hostigamiento de la Guardia Nacional, cuerpo militar preferido por el gobierno para reprimir la protesta social y criminalizar a los que luchan.

Si bien podría considerarse una derrota el levantamiento de la huelga en condiciones tan adversas, y sin haberse conquistado ninguna de las reivindicaciones levantadas por los huelguistas, lo cierto es que la situación sigue abierta: los tres huelguistas de hambre visibilizaron la lucha territorial indígena a nivel nacional e internacional; se logró dar una importante difusión al caso del preso político yukpa Sabino Romero; y se obligó al gobierno nacional a dialogar con las comunidades indígenas en lucha. Con el agregado de que en la próxima etapa la discusión ya no será con los enviados del presidente Chávez, los ministros de Ambiente o Asuntos Indígenas, sino con el propio Presidente de la República. Las organizaciones solidarias que vienen acompañando la lucha, y que aún guardan alguna expectativa con relación al discurso presidencial, podrán avanzar en la experiencia y constatar con mayor profundidad que el artífice de la política antiindígena y procapitalista del gobierno venezolano es el mismísimo presidente Chávez. De tal manera que la huelga de hambre levantada hoy es un capítulo más en la lucha de los pueblos indígenas y las organizaciones sociales y políticas que les acompañan. La lucha por la libertad de los presos políticos yukpas y la autodemarcación territorial sigue avanzando, contra vientos y mareas gubernamentales. (Laclase.info, 26.10.10, http://laclase.info/nacionales/levantan-huelga-de-hambre-por-la-libertad-de-sabino-romero-y-el-respeto-los-derechos-indi)

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