Al caérsele por “culpa” de la organización no gubernamental Sociedad Homo et Natura la primera actuación de entrega de títulos de propiedad colectiva del hábitat y tierras indígenas de la última comisión nacional vicepresidencial y ministerial de demarcación del hábitat y tierras indígenas recién nombrada por Decreto Presidencial, los jefes del Gobierno pusieron a correr a la cuestionada Ministra Nicia Maldonado y ésta a su vez a sus caciques mayores Yukpa y al presidente de la Asociación de Comunidades Indígenas Barí de Venezuela (Asocbariven) para atacar mediáticamente sin fundamento alguno a su coordinador profesor Lusbi Portillo (con más de 26 años de convivencia con los pueblos amerindios de la Sierra de Perijá) por el canal del Estado gobierno Venezolana de Televisión (VTV) en su noticiero del mediodía del jueves 26 del presente mes y año, así como por www.minpi.gob.ve., y el diario La verdad (26/01/12: a7).
La preocupada ministra al ver en peligro su cargo se traslada de inmediato al Zulia a ofrecer misiones, viviendas entre otras dádivas; se reunió con los llamados caciques mayores y publica en la página web del ministerio indígena un artículo titulado “Caciques de la Sierra de Perijá rechazan escrito de Lusbi Portillo” y en un pase dado por el Presidente Chávez insinuando ya su preocupación por los que ella denomina los “ataques despiadados de la contrarrevolución” se le ve en VTV otorgando los beneficios de las Misiones Hijos de Venezuela y en Amor Mayor.
Sin perder tiempo alguno se lleva por avión y al hotel Alba Caracas a sus Caciques Mayores para que la defiendan a ella y a los títulos chimbos otorgados el 15/12/11 montándoles una gira en los medios de comunicación del Estado gobierno y titula por su web ministerial el artículo “Caciques Mayores de los pueblos Yukpa y Barí viajaron a Caracas en rechazo a intento de división”. De esta manera se monta de nuevo desde los ministerios la criminalización de nuestra organización social y ecológica Sociedad Homo et Natura y de su Coordinador General profesor Lusbi Portillo por defender los derechos humanos de los pueblos indígenas del Zulia y los ecosistemas del Sierra de Perijá amenazados por la política extractiva del Gobierno y de los proyectos imperiales de la IIRSA a través del Eje de Integración Andino o Eje de Desarrollo Occidental como fue denominado en el segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez.
En honor a la verdad debemos aclarar que no hemos sido los únicos en cuestionar públicamente este segundo hecho de titularidad simulada que vulnera los derechos reconocidos de los pueblos y comunidades indígenas respecto a sus expectativas de recuperar sus espacios de vida. También Vladimir Aguilar Castro del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI) de la Universidad de los Andes en su artículo “Sombras chinescas en los títulos de propiedad colectiva sobre los hábitats y tierras indígenas en Venezuela” donde afirma: “Los supuestos títulos de propiedad colectiva otorgados recientemente por el Ejecutivo Nacional sobre los hábitats y tierras indígenas en Venezuela constituyen una nueva afrenta a los pueblos y comunidades indígenas del país. Son títulos donde la propiedad colectiva, en el mejor de los casos, es compartida, pues siguen teniendo el mismo componente de los títulos anteriores: el reconocimiento de intereses (derechos según el titulo otorgado) a terceros. Se trata de títulos donde no hay propiedad colectiva pues se comparten derechos (intereses decimos nosotros) con terceros que, como ya lo hemos advertido, en el “mejor” de los casos constituyen derechos indígenas amenazados. Estos supuestos títulos no hacen ningún avance con relación a lo que ya había sido otorgado en el 2005, 2006 y 2007. Por lo tanto, el Estado venezolano sigue en mora con los pueblos y comunidades indígenas del país y los derechos territoriales reconocidos en el artículo 119 de la Constitución Nacional siguen pendientes de materialización. Ya no sólo lo que aparece en el titulo como lindero y comunidad (es) (para el caso del pueblo indígena Yukpa) es insuficiente. El contenido del título mismo adolece del derecho sustantivo (territorio). La noción del territorio como lugar de derechos se difumina en coordenadas geográficas que aparecen de manera desordenada en el titulo mismo. El titulo deja abierto, mediante Reglamento, la posibilidad de ordenar el territorio ocupado de manera ancestral y tradicional. Pero lamentablemente el ordenamiento no se sostiene en Planes de Vida elaborados por los propios sujetos de derechos para que se constituyan en el fundamento, ya no sólo del derecho territorial reconocido, sino principalmente del espacio de ejercicio (goce) de derechos territoriales. Definitivamente en el Estado no hay creatividad jurídica (tampoco política) para echar a andar la norma constitucional. La anticipación del derecho mediante la promulgación del mismo en el máximo contrato social no tiene desarrollo jurídico alguno, y mucho menos político, en los títulos otorgados. Resultaba curioso pensar que el Ejecutivo Nacional en un lapso (electoral) de 12 meses, pudiera demarcar una extensión de territorios indígenas los cuales no había podido deslindar en un lapso (político) de 12 años de consagración constitucional”.
Son Chimbos por reconocer en los títulos de tierras indígenas los intereses o derechos de otros, incluidos parceleros y mineros, por encima de los derechos originarios de los grupos.
El periodista Boris Castellano inicia la entrevista de casi media hora al recién nombrado Cacique Mayor del Centro Piloto del Tukuko Alfonso Itnopa leyendo el título y las primeras líneas del artículo de la Sociedad Homo et Natura publicado en Aporrea, la Clase.Info, La Guarura el día 10/01/12: “Crece el descontento del pueblo Yukpa con el entaparado título de tierra otorgado por el Gobierno el 15 de diciembre del 2011 (Parte I)”. Lo que no lee el periodista las dos razones por la cual nuestra organización califican de “entaparado” o “chimbo” a dichos títulos de propiedad de 143.610,50 hectáreas; razones estas expuestas en la última reunión de Caciques en el Centro Piloto del Tukuko en presencia de un Defensor del Pueblo del Zulia.
El discurso de la Sociedad Homo et Natura resume sin temor alguno a decirlo, las aspiraciones históricas que han acompañado de siempre las luchas por los territorios indígenas que habitan Perijá. Callan el descontento indígena que no puede tener media hora en VTV y llevan a traicionar las aspiraciones de un pueblo a sus autoridades más inmediatas. Sin embargo, la estupidez de la cosa comunicacional y la mala voluntad del funcionariado traidor no puede silenciar verdades tan claras: El mismo Cacique Yukpa entrevistado, encomendado para hablar contra Homo et Natura y los grupos sociales, en el Noticiero de VTV el mismo jueves 26/01/12 manifestó que no aceptan derechos de terceros y ni de las empresas mineras en su territorio reconocido por el Estado gobierno el pasado 15 de diciembre (este ha sido en único reclamo que la Sociedad Homo et Natura le ha hecho al Estado, es la síntesis más precisa de los comunicados de prensa que generaron la ira del funcionariado mediocre que una vez más empantana al Estado en el reconocimiento de los derechos más legítimos y urgentes de los pueblos indios de este país. Ojalá Pudiéramos tener media hora en VTV y que hablaran de su indignación los todos los indígenas. La manipulación mediática de este hecho es vergonzante, más allá del asunto de apagar incendios generados por patéticas gestiones). Reconocer derechos o intereses de terceros y de explotación minera en territorio indígena es denominado por los grupos sociales y por los propios indígenas: títulos chimbos; y lamentablemente no puede sonar bien, es decir reconocer derechos a otros no-indígenas en territorio indígena, es no sólo no reconocerles nada, es también negarles la posibilidad de ser. Los vulnera y legitima el etnocidio histórico. Es racista, y es inhumano. Los expone al eterno conflicto, a sus guerras intestinas, a las masacres que la prensa no publica. Estos títulos condenan al pueblo Yukpa y al Barí a una suerte de destino incierto e inseguro, mucho más que si no hubiera intentado el Estado reconocerles algunas cosas. Estos títulos agrarios que nada tiene que ver con reconocimientos de derecho a la vida, entregados bajo estas condiciones tan mezquinas y vergonzosas para cualquier Estado que se supone socialista, sólo legitima la tragedia etonocida de apenas hace unas décadas. Nos hace cómplices de aquel daño al que acudimos la sociedad civil en acción o en silencio bajo los principios más racista. Una vergüenza de la que aún no nos libramos y que bien debiera seguirnos pesar. Y estas son las razones que no quiso leer Boris Castellano ante el país, explicado en nuestro artículo. Allí está la manipulación de la información. La fe de los traidores.
Son Chimbos porque además de otorgarles también derechos en los territorios indígenas a los hacendados, parceleros, mineros, madereros, constructores de vías ferroviarias, carreteras, etc. son títulos para campesinos, no para indígenas, pues el Procurador Carlos Escarrá en nombre de la República no les entregó la propiedad de la tierra a los pueblos originarios Yukpa y Barí. El Procurador no desafecta estas 143.610,50 hectáreas al Estado nacional y se las traslada en propiedad colectiva a las naciones indias Yukpa y 231.570,10 Barí según al artículo 126 de la CRBV para que estos puedas ejercer sus otros derechos fundamentales ya reconocidos en la Declaración de las Naciones Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas, a saber el derecho a la libre determinación, a la autonomía o al libre gobierno, a la aplicación y ejercicio de sus derechos consuetudinarios, al uso y disfrute de los recursos naturales existentes en dichos territorios, entre otros derechos. Y esta es la verdadera lucha de fondo de hoy en día de los pueblos indígenas de América toda, con los pueblos indígenas de México, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Colombia a la cabeza.
Y los dirigentes socialistas y capitalistas en gestiones de gobierno en los Estados Nacionales coinciden en esta negación a tan legítima aspiración de los primeros pobladores de estas tierras no descubiertas.