A las siete de la mañana del día de ayer en la calle Bajo Bar del sector Vista Alegre, frente al liceo Cruz del Valle Rodríguez de la ciudad anaquense, dos individuos a bordo de una moto dieron de baja a un sindicalista cuando éste se disponía a estacionar su auto para dejar a uno de sus hijos en dicha institución.

Douglas José Guevara Ortiz de 36 años de edad, habitante del sector Valle Verde, formaba parte del sindicato Unión Bolivariana de Trabajadores (UBT) perteneciente a la compañía gubernamental Fábrica de Fábricas.

El vehículo marca Fiat, modelo Palio, color rojo, matrículas AFU85Z, era piloteado por el ahora occiso, a su lado se encontraba su hermano menor Ernesto Guevara y en la parte trasera dos de sus hijos de 17 y 15 años respectivamente.

Se conoció que justo en el momento en el que el auto se detuvo para que bajara uno de los niños, el dúo hamponil los interceptó y dispararon sin contemplación alguna hacia el vehículo.

Ráfaga de balas

“Tírate pa’ atrás”, gritó Douglas al percatarse de la situación y como último intento por salvar la vida no sólo de su hermano, sino también de sus hijos.

“Cuando comenzó a recibir los disparos, su cuerpo cayó sobre el mío porque yo hice lo que él me pidió, el espaldar del asiento lo deje correr hasta atrás, él me protegió”, dijo consternado su hermano Ernesto.

Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) subdelegación Anaco, el carro registró ocho impactos de bala, cinco en la parte lateral izquierda (conductor) y tres al frente.

El diagnóstico otorgado por los especialistas arrojó que el occiso recibió seis impactos de bala, un primer disparo en la cadera, el siguiente en el intercostal izquierdo, otro en el hombro izquierdo, uno en el brazo izquierdo y dos en el intercostal derecho; de los últimos uno tuvo salida y el resto fueron con orificio de entrada.

Uno de los menores fue alcanzado por el proyectil que salió del cuerpo de Guevara, logrando herirlo en el muslo izquierdo.

El hermano de la víctima contó que unos transeúntes lo ayudaron a llevar el cuerpo hasta una clínica privada en el centro de la ciudad, mientras éste piloteaba el vehículo implicado hasta el mismo sitio.

Capturado

En medio del dolor, apareció en el centro de salud un individuo del cual se presume puede estar implicado en el sangriento hecho.

Carlos Rodríguez Rivas (26) fue detenido por la Polianaco, luego de que su presencia causara revuelo en el lugar y hasta provocara detonaciones hechas por un arma de fuego. (Mundooriental.com, 28.03.12)

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