Docentes de la Unidad Educativa Nacional Ramón Isidro Montes, ubicada en San Félix, protestaron este lunes con la paralización de las actividades escolares durante las primeras cuatro horas de la jornada para reclamar un aumento de salarios, luego de que quedaran por debajo del salario mínimo tras el aumento del 30% anunciado el viernes por el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“¡Huelga, huelga!”, gritaron los estudiantes a las fueras de la escuela dependiente del Ministerio de Educación, en apoyo a los docentes y a la espera que se cumplieran las cuatro horas de protesta a las 10:20 de la mañana.
El profesor Thakoldyr Villarroel explicó que los docentes con el menor salario -entre los que se incluyen los contratados- ganan Bs. 6.150, mientras que los que cuentan con posgrados, maestrías y doctorados ganan cerca de Bs. 7 mil. Los primeros ganarán este mes un monto menor al ingreso mínimo mensual, que subirá a Bs. 6.746,97 con la primera parte de 20% del aumento, que entró en vigencia el primero de mayo. Los segundos también quedarán rezagados a partir de julio, cuando la remuneración más baja reglamentaria llegue a los Bs. 7.421,66.
“A la administración pública le volvieron a hacer ajustes y a la Guardia Nacional también, a nosotros en cambio nos hacen un contrato colectivo de dos años con 45% de aumento fraccionado que no permite compensar la inflación”, rechazó.
Cobija corta
Villarroel destacó que los docentes exigen un aumento salarial acorde con el precio de la canasta básica que en marzo se ubicó en Bs. 35.124,45, de acuerdo con el reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
“Mi esposa y yo somos docentes. Tenemos dos hijos y prácticamente tenemos que dejar de comer para comprar un par de zapatos”, comentó, al sumar a la lista de reclamos las precarias condiciones del ambiente de trabajo en la institución educativa: sin suministro de agua, alumbrado y seguridad para sus 700 estudiantes. “A varios docentes les han robado los cauchos en plena jornada laboral y con ese salario ¿quién puede comprar un caucho?”.
La docente Dilby Rivas informó que en su caso tiene siete años contratada y se les exige cumplir el programa de sábados pedagógicos para pasar a fijos, tarea que además de sumarse a su jornada laboral no es garantía de la incorporación a la nómina fija. “Soy licenciada con posgrado y gano el ingreso mínimo de los docentes (Bs. 6.150) porque a los contratados no nos consideran los estudios de posgrado”, informó.
La docente Amarilis Tenepe señaló, por su parte, que son discriminados, pues los obreros, que se rigen por otro contrato colectivo, reciben pago por uniformes y útiles escolares y cuentan con una jornada más corta, entre otros beneficios. “Nos parece bien que tengan esos beneficios, pero nosotros somos profesionales y también los merecemos”.
Lunes sin alimentos
Este lunes, la Unidad Educativa Nacional Ramón Isidro Montes no contó con el programa de alimentación escolar, administrado por la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE). “No sabemos las causas, pero hoy no vinieron”, dijo un docente.
Señalaron que cuando el suministro de alimentos no llega los estudiantes son perjudicados, pues a muchos no les da tiempo de ir a sus casas a comer pues viven lejos y no cuentan con poder adquisitivo para comprar en la cantina, en donde un jugo cuesta Bs. 35.
El estudiante de quinto año de bachillerato, Efrén Gómez, criticó el deficiente suministro de agua, el deplorable estado de los baños y la cancha, que los fuerza a hacer deportes bajo el sol, pues el área no cuenta con techo. “Apoyamos a los profesores porque el sueldo no da para costear sus gastos y eso se ve”, añadió el estudiante Edgar Noguera.
Educación subpagada también va a la universidad
Los profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) también paralizaron sus actividades este lunes en protesta por la crisis económica que atraviesan, pues el pago de un docente en las categorías de Instructor y Asistente está por debajo del salario mínimo.
En el acuerdo de la reunión del pasado miércoles se señala que “ha sido política gubernamental incrementar el salario mínimo vital sin producir un aumento general, trayendo como resultado el deterioro salarial del resto de los trabajadores. Que dicha política ha afectado particularmente al cuerpo docente, al extremo que en el año 2001 el profesor que mayor salario devengaba percibía 13 salarios mínimos y en la actualidad apenas percibe 2.73”.
Los docentes de la Universidad de Los Andes (ULA) celebrarán hoy una asamblea para definir las acciones de lucha, informó el presidente de Apula, Luis Loaiza.
En el caso de la Universidad de Carabobo profesores, empleados y obreros tendrán una asamblea este viernes para anunciar el programa del plan de acciones por un mejor salario. (Correo del Caroní / El Universal, 05.05.2015)