Un grupo de empleados de Ferroven expuso un rosario de reclamos, empezando por la situación que viven los contratados y tercerizados, el amedrentamiento que pretende ejercer el sindicato contra quienes piensan distinto, el retraso en las dotaciones de los uniformes, la ausencia del pago del bono de producción.
Gustavo Barrios y Roxano Mejías ventilaron en visita a Correo del Caroní las inconformidades de la masa laboral de Ferroven y emplazaron tanto a la empresa como al sindicato a hacer cumplir lo establecido en la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt) y en la convención colectiva vigente.
“Estamos viviendo una situación delicada con los tercerizados y contratados, se está violando la inamovilidad laboral. Sacan a las personas unos meses, las tienen allí seis meses, luego meten a otras y así están, llamamos a la empresa y al secretario general a sumar estos trabajadores en la nómina”, denunció Barrios.
Por otro lado indicó que está pendiente un bono de productividad establecido en el artículo 110 de la Lottt y en la cláusula 36 del contrato colectivo vigente y que está vinculado con el cumplimiento de las metas en 2012.
También dijo que está pendiente el ascenso a cargos superiores, que se hacía anualmente y que llevan tres años siendo postergados. Sobre la dotación afirmó que la entregan con hasta tres meses de retraso, al igual que el depósito de las prestaciones sociales, lo que incide en el pago de los intereses anuales.
Barrios y Mejías recordaron que hay seis dirigentes del sindicato de trabajadores inhabilitados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por no presentar los estados de cuenta del gremio durante tres años. Los dirigentes siguen en sus cargos como si nada y el caso está en los tribunales, por lo que llaman al juez de la causa a decidir para así poder llamar a elecciones.
Finalmente piden a la empresa y al sindicato dejar a un lado la persecución política. (Natalie García, Correo del Caroní, 11.03.13)