Avanzaron por la avenida Angosturita lentamente. Casi dos horas de recorrido hasta llegar al elevado de CVG Alcasa, en la intercepción con la avenida Fuerzas Armadas, donde comenzaron a caminar con una consigna: que el presidente Hugo Chávez les escuche.
Los trabajadores de la Siderúrgica del Turbio (Sidetur) no están contentos. Lo han dicho durante varias semanas. Ni el Ejecutivo ni el patrón privado responden a las exigencias del sindicato y sus afiliados, lo que contradice algunas promesas socialistas.
El proceso de nacionalización -que inició en noviembre de 2010- mantiene a los empleados en un limbo legal. La situación jurídica ha hecho que ni el Estado ni el patrón se hagan responsables de algunos pendientes acordados antes de la nacionalización de la fábrica del Grupo Sivensa.
Con pancartas expresaron, por un lado, su respaldo al presidente Hugo Chávez y, por el otro, rechazaron al ministro de Industrias Básicas y Minería -José Khan- quien, según los trabajadores, es aliado de factores de poder.
Alejandro Álvarez, secretario general del Sindicato de Trabajadores Socialistas de Sidetur Planta Casima y Similares (Sutrasosicays), señaló que la semana pasada dos asistentes del ministro se comprometieron a llevarles una propuesta salarial.
El 25 de octubre, relató, apenas unos días antes de que el presidente Chávez decretara la nacionalización, habían conseguido firmar un pliego de peticiones con Sidetur Casima en donde la empresa se comprometía a cancelar algunas mejoras.
Parte de esos beneficios es un aumento de 43 por ciento lineal para todos los trabajadores, pago del séptimo día trabajado, cancelación de la diferencia del domingo en comparación al contrato colectivo y aumento del beneficio de salud que otorga la empresa por evento.
Por ahora esperan que el viceministro del Mibam, Jesús Paredes, asista a al empresa a concretar una oferta que mejore los conceptos salariales que perciben ahora.
Álvarez cuestionó que el Ejecutivo haya decidido –discrecionalmente- paralizar la discusión de las contrataciones colectivos. El anteproyecto de Casima fue admitido en julio de 2010 y desde que la Vicepresidencia de la República ordenó no discutir más contratos colectivos sin la aprobación del presidente Chávez, no han podido conseguir ningún avance en trámites laborales.
A la protesta asistió el secretario general de Sintraferrominera, Rubén González, en solidaridad a la causa de los trabajadores siderúrgicos. (CARJ) (Correo del Caroní, 22.03.11)