Para la dirigencia de Sintralcasa “lo que se está haciendo es un engaño y una burla a los trabajadores”, al señalar que si el Gobierno no cuenta con los recursos para cumplir con la convención colectiva vencida, poco sentido tiene suscribir una nueva.
No hubo acuerdo o al menos, hasta ahora, la discusión del contrato colectivo no satisface a la mayoría del comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de CVG Alcasa (Sintralcasa).
Las cinco propuestas económicas planteadas no fueron respondidas por los gerentes de finanzas y recursos humanos, en tanto alegaron no poseer lineamientos para pronunciarse sobre dichos conceptos salariales.
La respuesta de la empresa devino en una manifestación ayer en la mañana, que inició con una asamblea de trabajadores y posteriormente en la paralización de actividades convocada por el secretario general del sindicato, Henry Arias.
En las áreas de laminación, fundición y reducción las operaciones se redujeron al mínimo.
En la tarde fue el propio presidente de la estatal, Ángel Marcano, quien intentó sofocar el conflicto convocando a una reunión de urgencia en la que flexibilizó la oferta y anunció algunas amortizaciones a la deuda.
El secretario general, Henry Arias, informó que Marcano pidió una tregua que dé oportunidad a un pronunciamiento del Ejecutivo pues, CVG Alcasa, requiere de un subsidio del Gobierno para cumplir con las cláusulas económicas.
El sindicato ha exigido un aumento de 100 bolívares diarios, un bono compensatorio de 60 mil bolívares, el cumplimiento de ocho evaluaciones por mérito (47.3 por ciento de incremento), el pago de ocho meses de caja de ahorro que se adeudan y el disfrute del 100 por ciento del servicio de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM; la empresa, en cambio, pidió ratificar 49 de las 142 cláusulas de la convención colectiva.
Marcano dijo contar con recursos para cancelar cuatro de los siete meses de caja de ahorro que adeudan a los más de 4 mil trabajadores de la estatal y pidió tiempo para gestionar el monto restante.
En cuanto al tabulador, acordaron discutir la propuesta con los alcasianos. El sindicato exige sincerar todos los cargos que ameriten una reclasificación y, en el caso de los cargos estancados (topeados) se hará una reunión para discutir los porcentajes a aplicar.
Todas estas propuestas serán presentadas hoy en asamblea de trabajadores, donde se decidirá el rumbo de la protesta.
Sin show
En lo que sí no hay discusión es en la posibilidad de hacerle “comparsa” al Gobierno a 10 días de las elecciones presidenciales. El secretario general y el director laboral, Diego Castro, fueron enfáticos al señalar que no se prestarán para un “show”.
“Lo que se está haciendo es un engaño y una burla a los trabajadores”, aseveró Castro, quien insiste en señalar que si el Gobierno no tiene para cumplir con la convención colectiva vencida, tampoco lo habrá para suscribir una nueva.
Arias incluso planteó otorgar una nueva prórroga al contrato, si la empresa se pone al día con los pasivos laborales y garantiza el cumplimiento de la vigente. Pero ni eso, dijo el dirigente.
Cuestionó a los gerentes que participan de la discusión en condición de dirigentes del Movimiento 21; funcionarios, además, que cobran por turno sin trabajarlos, “eso es corrupción”, denunció.
“¿Por qué no le dan a los trabajadores el 17% de aumento que le dieron a José Gil (dirigente oficialista)? (…) ¿saben por qué José Gil sale a dividir a los trabajadores? Porque él es representante del patrono”, apuntó.
Arias aseveró que el Ejecutivo, a través de CVG Alcasa, está postergando la discusión, “le están dando largas. Nosotros le hemos dicho al presidente Ángel Marcano: ‘ponme todos los beneficios al día y volvemos a prorrogar ese contrato”. (Clavel Rangel, Correo del Caroní, 27.09.12)