No había transcurrido ni una semana de la visita de la misión especial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a Venezuela, cuando el Gobierno apresó a 10 trabajadores petroleros que manifestaban en la refinería de Anzoátegui.
Por protestar en las inmediaciones del portón principal, el secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futepv), José Bodas, y otros nueve trabajadores fueron detenidos por la Guardia Nacional Bolivariana y procesados por los delitos de obstrucción de la vía pública y resistencia a la autoridad.
Hoy en libertad, pero con una medida que les impide protestar en las inmediaciones de la refinería, Bodas sostiene que su detención y la de sus compañeros confirma lo que han dicho en los estos años: “Que en este país se criminaliza la protesta”.
“Con estas medidas cautelares pretenden que los trabajadores tengan miedo, pero nosotros estamos llamando a la dirigencia sindical, a los dirigentes comprometidos a la clase trabajadora. La protesta social no es un crimen, es un derecho y los derechos no se piden con favores, sino exigen”, señala.
Por eso el dirigente, un militante de la corriente C-Cura, ve en esta coyuntura la necesidad de que cada vez más haya sindicatos autónomos, plurales y democráticos que defiendan a los trabajadores y no a los patronos.
“El Gobierno pretende intimidar, pero en Pdvsa -hoy por hoy- existe una verdadera rebelión de las bases porque quieren desconocer el 80 por ciento de nuestra convención colectiva”.
Entre las cláusulas incumplidas, Bodas señala la construcción de 28 mil viviendas, las evaluaciones por desempeño, la compensación salarial por antigüedad, las evaluaciones anuales que no se cumplen desde hace tres años, los bonos vacacionales y la aplicación del salario normal, entre otras.
A diferencia de otros episodios del movimiento sindical, Bodas sostiene que hay la disposición de los trabajadores a movilizarse. De hecho, asegura, que el paso importante que se está dando dentro del movimiento laboral es la “unidad por las bases”.
El chantaje del patrono -agrega- no está surtiendo efecto porque “se demostró que cuando la clase obrera está unida los patronos tiemblan, porque se tiene un claro objetivo de lucha. Hubo dirigentes, militantes del partido de gobierno, que estuvieron en todas estas actividades asumiendo riesgos dentro de su partido porque entendemos que son los beneficios de los trabajadores”.
El secretario general afirma que el mayor aprendizaje para el movimiento ha sido los resultados de la movilización. “Cuando los trabajadores se movilizan y triunfan, eso fortalece al movimiento porque se ven resultados claros”.
Después de la detención de los 10 trabajadores, Bodas observa un mayor ímpetu de los petroleros en reclamar. “Ha habido movilizaciones en el Zulia, en la Costa Oriental, en Monagas, en el CRP Falcón, los trabajadores nos llaman y quieren reunirse con nosotros”.
Convocatoria nacional
Desde la corriente C-Cura, Bodas invita a los trabajadores a continuar fortaleciendo la unidad en todo el país. “Tenemos que unirnos como clase, y actuar como una sola clase, debe prevalecer la asamblea y la democracia obrera dentro de las organizaciones”.
Para ello, señala Bodas, es fundamental aprobar un plan de lucha por la discusión de las convenciones colectivas, las reivindicaciones y la participación sin diferencias partidistas y personales.
“Nosotros aspiramos que la clase trabajadora dirija este país con un programa al servicio de esta sociedad. Pero hoy tenemos que unirnos por la lucha de nuestras contrataciones colectivas, la lucha de un movimiento sindical fuerte ni público ni privado, y que con la lucha lleguemos a la conclusión de quién queremos que dirija el Estado, ¿los que tienen dinero? ¿o los trabajadores?”.
De no ser así, el Gobierno avanzará en su política de pretender tener mano de obra barata imponiéndola con la criminalización. “Insistimos en llamar a los trabajadores a derrotar a aquellos que dicen que luchar por el salario no es importante teniendo el alto costo de la vida, creemos que debemos luchar por un aumento general de sueldos y salarios y por la discusión de todas las convenciones colectivas”.
Institucionalización de la criminalización
El Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) advirtió esta semana de un incremento de las medidas represivas para disuadir manifestaciones, en especial, preocupa la institucionalización de la criminalización de la protesta.
La organización lleva registro de más de 150 casos de trabajadores y dirigentes sindicales que han sido detenidos o enfrentan un proceso judicial por haber reclamado por salario o la discusión de las convenciones colectivas. (Clavel Rangel, Correo del Caroní, 10.02.14)