Personal agremiado a la Asociación de Trabajadores Administrativos de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Atauneg) paralizó sus labores por 24 horas este jueves, en la sede del rectorado –al lado de la Torre Loreto- en protesta por varias deudas laborales que datan desde hace tres años.
El presidente de Atauneg, César Bellorín, explicó que se movilizaron a la sede del rectorado, edificio llamado “Torre general de seguros”, y se pronunciaron con pancartas sobre la falta del pago del bono nocturno desde hace tres años, falta de uniformes, y otros reclamos.
Según Bellorín, 235 trabajadores acataron la paralización por 24 horas este jueves, que se sostuvo luego de que no recibieran respuesta al conjunto de solicitudes hechas en el consejo universitario del día 22 de febrero.
“Logramos hablar con las autoridades y establecieron una hoja de ruta para darnos respuesta”, dijo Bellorín, que comenzará con una reunión mañana a las 9:00 de la mañana con el vicerrector administrativo, Wilfredo Waipa, “porque él es el que maneja los presupuestos.
Por ejemplo, el presidente de Atauneg aseveró que el personal de biblioteca, laboratorios y otras áreas de la UNEG que deben trabajar en el horario nocturno, no se les cancela el respectivo bono por las horas de trabajo en la noche “desde hace tres años pero hoy nos escucharon y se comprometieron que lo van a hacer”.
Otra de las quejas de los trabajadores de la UNEG es “el ajuste de los cargos”, pues la tabla de categorías no ha sido actualizada desde que en 2013 la Luz de Guayana se ajustó a la Convención Colectiva Única del sector universitario, “y así se rompió el esquema salarial de nosotros que antes nos permitía ganar un poquito más que otras universidades (…) no tenemos una base de crecimiento dentro de la universidad”.
Esperan que la gerencia de personal “nos incluya en el análisis de Recursos Humanos y nos permitan aportar en esa área a los trabajadores”, dijo Bellorín.
Problema con la Villa Universitaria
El año pasado comenzó la construcción de la “Villa Universitaria” en un terreno ubicado al lado de la sede Atlántico de la UNEG, por parte del Instituto de Vivienda, Obras y Servicios (Inviobras), adscrito a la Gobernación de Bolívar.
Bellorín denunció una serie de abusos de Inviobras “que no se basó en lo que decía el reglamento” de vivienda de los trabajadores de la universidad. Originalmente, era un proyecto de 300 casas “para sustentar a los trabajadores de la UNEG, pero sacaron a la gente, metieron 60 por ciento de personas (beneficiarias) foráneas” a la universidad, lo cual no estaba dentro del convenio.
Según el presidente de Atauneg, la rectora María Elena Latuff se comprometió a establecer comunicaciones con Inviobras, ya que el gremio tiene cinco meses esperando respuestas del ente de la Gobernación.
“Están tomando ahora terrenos que son de la universidad para hacer la Villa Universitaria II (frente a la I) y la Villa Universitaria III (detrás del comedor de la sede Atlántico), que no deberían existir y nosotros no conocemos esos proyectos, no nos rinden cuentas de cuánto van a gastar y tampoco nos entregan” la mayoría de los inmuebles.
Aseveró que las irregularidades se dan entre la dupla de Inviobras y el comité de vivienda de la universidad “que tiene dos años vencido (…) le están cobrando a la gente para poder entrar, cuando el acuerdo era que tú empezabas a pagar después que te dieran la casa”. Atauneg ha comunicado la situación al Ministerio de Educación Universitaria, al Ministerio de Vivienda y Hábitat y a Inviobras, sin recibir respuesta.