La industria automotriz en Venezuela vivió durante en 2015 el peor año de la historia del sector al registrar una caída del 90% de su producción, informó este miércoles en rueda de prensa Christian Pereira, secretario general del sindicato de FCA (Chrysler)
El también presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexos, Futaac, junto a representantes sindicales de las empresas Ford y General Motors, reveló que la situación pone en riesgo el empleo directo de más de 7.000 trabajadores en las tres ensambladoras que operan en Valencia, Carabobo, y otros 100.000 puestos a nivel nacional, entre directos e indirectos.
“La industria automotriz en 2015 fabricó 17.450 unidades. Lastimosamente estamos hablando de 10% de la capacidad instalada de la industria y produjo 90% menos de lo que es su capacidad instalada”, detalló.
Indicó que, como organizaciones de trabajadores, se han dirigido muchas veces al gobierno nacional y a la opinión pública del país para explicar lo que ocurre en este sector. “Hemos venido alertando al gobierno desde hace 3 años, pero no hemos sido escuchados”.
Pereira señaló que les preocupa porque aunque saben que hay inamovilidad laboral, también se percatan que las empresas no están produciendo, en consecuencia no venden ni tienen flujo de caja.
Destacó que FCA ya les avisó que tienen disponibilidad de caja para cancelar el salario a los trabajadores solamente hasta junio de este año. Además, les informaron que desde el 1 de marzo a los trabajadores de nómina mensual les reducirán la jornada laboral a los días lunes, martes, miércoles y jueves, y los viernes serán de permiso no remunerado.
Mientras que General Motors decidió eliminar un turno que era pago desde hace unos 2 años, con lo cual hay un impacto en los beneficios.
“La situación de los trabajadores de la industria automotriz ha venido empeorando cada día más. Diligentemente hemos acudido a distintas instancias, hace unas 4 semanas fue una comisión que fue atendida por el ministro del Trabajo, Oswaldo Vera, pero aún no se han dado los acuerdos como que nos atendieran los ministros del área económica”, expuso Pereira, quien lamentó que solamente escuchen a los empresarios.
Insistió en que los trabajadores lo que esperan es ser escuchados porque quieren que sus propuestas sean tomadas en consideración. Aspiran a que se reactive la industria automotriz y puedan exportar unidades para traer divisas al país. Esperan que el gobierno detenga los planes de continuar importando vehículos de otros países.
Consultado sobre la posibilidad de que las empresas automotrices planeen cerrar las plantas en el país, Pereira refirió que desconocen el rumor, pero en lo que sí coinciden los voceros sindicales es que las empresas que llevan ya 3 años prácticamente sin fabricar, están “en una situación de quiebra, estamos a las puertas de solicitudes de los patronos de suspensión de relación de trabajo”.
-Otras ensambladoras-
Gilberto Troya, secretario general del sindicato de Ford, expresó su preocupación por la situación del aumento en las solicitudes de suspensión laboral que han introducido las ensambladoras ante la Inspectoría del Trabajo. “Estas suspensiones como lo están haciendo los patronos no tienen fundamento legal”.
Troya señaló que en la planta se conoce que hay producción planificada de marzo y abril. “Según el cronograma, a partir de abril se va a trabajar solo de lunes a miércoles, por el resto del año. Si surgiese una producción de mayo se trabajaría en esos tres días”.
En tanto que Fidel Ampueda, integrante del sindicato de General Motors, explicó que ya en la planta le han comenzado a ofrecer a los trabajadores unos paquetes de retiro voluntario, pero desde el sindicato les piden que no los acepten.
“Es una situación bastante difícil que estamos atravesando en General Motors, nada diferente a lo que viven en FCA y Ford, así como nuestros compañeros de Mitsubishi y Toyota en Oriente”.
Henry Ospina, secretario de reclamo del sindicato de FCA, hizo un llamado al gobierno nacional y en especial el Ministerio del Trabajo para que no admitan pliegos laborales donde se vea perjudicado el trabajador, por suspensión laboral y para reducción de personal.