Las acusaciones de infiltrados y sabotajes no han caído bien entre los trabajadores petroleros del Centro de Refinación Paraguaná.
Aunque en los alrededores de las plantas de Falcón prefieren no opinar sobre la versión de sabotaje interno, que han dado a conocer las autoridades, los pocos que no temen hablar sostienen que es «ridículo pensar que algo como lo de Amuay pudo ser provocado por trabajadores».
Evitando identificarse, y minutos después de salir de su turno laboral -a las 3:00 de la tarde-, un empleado de la refinería Amuay aseguró que «es imposible que un trabajador lograra burlar la seguridad de la planta para provocar una fuga como la de la explosión».
El hombre, que declaró trabajar para el CRP desde hace más de 10 años, dice que «para hacer tal atrocidad muchos tendrían que estar implicados y eso también significaría que Protección y Control de Planta -PCP- no hace su trabajo».
Explican que ningún trabajador puede pasar de una área a otra sin autorización de la empresa, «quien está en un área o una planta no puede pasar a almacenaje a romper una válvula así como así», destaca.
Otro trabajador, perteneciente a una empresa contratista, detalló que cada área cuenta con supervisores, jefes y encargados de Pdvsa «para provocar una explosión como la de Amuay se requeriría que nadie estuviera en su puesto de trabajo para hacer tal desastre sin que nadie lo evitara y además es injusto que quienes trabajan, hasta con las uñas, por mantener operativa Pdvsa ahora sean vistos como sospechosos».
Para los trabajadores «si la industria petrolera tuviera infiltrados muchas cosas que pasan ahí no serían secretos».
Intimidación
El presidente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Falcón y directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (Futpv), Iván Freites, consideró que las acusaciones del Ejecutivo nacional «lo que buscan es atemorizar, propiciar un terrorismo laboral».
Freites afirma que lo ocurrido en Amuay fue advertido desde hace años por los trabajadores, que han venido advirtiendo a través de informes sobre la situación riesgosa en áreas operativas de Pdvsa.
«Hay muchos informes que han sido entregados por los delegados de prevención y el Comité de Salud e Higiene Laboral. Y extraoficialmente nos han informado que de las inspecciones en las plantas catalítica de Cardón y Flexicoquer de Amuay se concluye que esas unidades deben pararse porque debe hacérsele un mantenimiento intensivo por bajo espesor», indicó Iván Freites.
El dirigente sindical también se refirió a las declaraciones del ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, quien advirtió el domingo que se buscará a «cualquier traidor que se haya infiltrado» en la industria.
«Lo que se esgrime es la ineficacia en la industria», dijo Freites, lamentando que haya procedimientos judiciales contra dos trabajadores de Amuay «a quienes acusarán por daños intencionales a las instalaciones, para calificarlo como un sabotaje». (Sailu Urribarrí, Ernesto Tovar, El Universal, 27.08.13)