Migdalia González es la única mujer del grupo de ex trabajadores de PDVSA que están en huelga de hambre desde hace 29 días, para la fecha de hoy 16.02.11, en la sede administrativa de la Asamblea Nacional.
La mayoría del tiempo permanece acostada sobre una delgada colchoneta y entre sábanas y cobijas que la protegen del frío. Luce pálida, con la mirada en desplome, su voz se escucha débil, pero ello no es impedimento para que exprese con solidez su historia dentro de la industria petrolera.
Migdalia es una mujer con carácter, se nota en la firmeza y la precisión con la que habla. Ella es enfermera, e ingresó a la estatal durante el Paro Petrolero prestando apoyo en el servicio médico, “tuve permiso del Centro Policlínico Valencia donde trabajé durante 14 años para ir defender la industria”.
Catorce años de estabilidad que renunció en el año 2003 para entrar a la nómina fija de la tercera empresa petrolera del mundo como lo es PDVSA. Hasta el cinco de septiembre de 2009 cuando fue despedida, “en esa fecha el Gerente de Salud decide prescindir de mis servicios”, manifiesta González al mismo que acentúa que su despido se debió a una denuncia que realizó ante la Asamblea Nacional y PDVSA La Campiña por actos de corrupción cometidos en la industria petrolera. Según el relato de González la denuncia que presentó no fue investigada.
Siempre se ha dedicado a la enfermería
La huelguista siempre se ha dedicado a la enfermería, además, su madre fue enfermera y dos de sus hijas también lo son. En sus inicios en esta carrera, Migdalia comenzó como auxiliar de enfermería, luego empezó a trabajar en el Hospital Central de Valencia donde laboró por dos años sin salario, “solamente vivía de las guardias que le hacía a mis compañeras porque no había cargo en ese entonces”.
Posteriormente, en el año 1996 González ingresó a trabajar en el Centro Policlínico de Valencia, hasta el 2003 cuando entró a PDVSA. “Todo lo que tengo se lo debo al Policlínico, trabajé felizmente allí, ellos me pagaron el TSU en enfermería, allí me formé, allí aprendí todo lo que sé”, narra la ex trabajadora, que aunque no se arrepiente de haber renunciado, sus expresiones, ademanes y tono de voz demuestran que ha recordado gratos momentos.
Nada fácil una huelga de hambre con dos operaciones
González tiene dos operaciones en la columna, lo que se le hace aún más difícil llevar a cabo una huelga de hambre. Ello ha afectado en su salud, al punto de ser hospitalizada varias veces, pero seguidamente Migdalia regresa a la Esquina de Pajaritos para continuar su lucha por el derecho al trabajo.
¿Despedida?
De acuerdo a las declaraciones de la ex trabajadora, ella permanece activa en el sistema de PDVSA La Campiña –Caracas–, “me llama poderosamente la atención que estoy como trabajadora activa de PDVSA, es algo ilógico, insólito”. La pregunta es ¿quién está cobrando el sueldo de Migdalia González?
Ante esta interrogante, la manifestante queda en silencio y evidenciando en su rostro un no sé como respuesta.
Un no sé que quizá no le interese a las personas que transitan diariamente a los alrededores de la Esquina de Pajaritos, ni a los bulliciosos carros y autobuses que pasan por allí cerca y quizá mucho menos a los que entran y salen de la sede administrativa de la Asamblea Nacional, pero sí, a esta ex trabajadora, enfermera y madre de tres hijas que permanece manifestando pacíficamente a la espera de ser contratada nuevamente por Petróleos de Venezuela. (Paola Salcedo, Prensa Provea, 16.02.11)