Despedidos de la Gobernación del Zulia tomaron ayer la sede de la Inspectoría del Trabajo, ubicada en 5 de Julio, para exigir una orden de reenganche que les permita volver a ocupar sus cargos.

«Entre los botados se encuentran personas enfermas, mujeres embarazadas o recién paridas, hombres con alguna incapacidad, madres de niños especiales, solo por mencionar algunos casos».

Los empleados que fueron desincorporados de las nóminas del Ejecutivo regional pidieron respeto al decreto de inamovilidad laboral, que fue ratificado recientemente por el vicepresidente de la República, Nicolás Maduro.

Carlos Petit, secretario general de la Federación de Trabajadores del Zulia (Fetrazulia), denunció que fueron cinco mil las personas removidas de sus puestos.

«Estamos hablando de mil 200 maestros interinos, mil 300 agentes comunitarios, mil 200 trabajadores de las intendencias parroquiales, solo por mencionar algunos».

El dirigente sindical recordó que el personal fue desincorporado por la nueva administración regional, a cargo del gobernador Francisco Arias Cárdenas.

«Entre los botados se encuentran personas enfermas, mujeres embarazadas o recién paridas, hombres con alguna incapacidad, madres de niños especiales, solo por mencionar algunos casos».

Petit afirmó que los empleados despedidos cumplían funciones específicas para la Gobernación. Desmintió que fueran activistas políticos del exgobernador Pablo Pérez.

Deuda

El representante de Fetrazulia criticó que el Ejecutivo regional le debe a «los botados» quincenas, tiques de alimentación y 50 por ciento de las utilidades.

Pidió consideración con los trabajadores que tenían años al servicio de la administración del estado, quienes tienen derecho a permanecer en sus puestos.

Advirtió que los afectados elaborarán una comunicación dirigida a la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que expondrán «las violaciones» laborales por parte del gobernador Arias Cárdenas.

Afectados

Alba Ferrer, obrera. «Me despidieron con 14 días de haber dado a luz, no me respetaron mis derechos. No me dieron ni una carta de despido, simplemente me dejaron de pagar mi sueldo».

Moraitza Morales, enfermera. «Me despidieron cuando ganó Arias, aunque padezco de cáncer de seno. Ahora no tengo cómo hacerme mi tratamiento. Yo tengo derecho a curarme».(Daniela García, La Verdad, 30.01.13)

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