Primero, se trata de una injusticia y, dos, no hay elementos suficientes para mantenerla detenida. Los argumentos de Yarudith González, parte del comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco (Sintraferrominera), no apelan a la condición de mujer de Leinys Quijada, la sidorista detenida el pasado 19 de septiembre junto a otros dos trabajadores acusados de tráfico de armas.
“Aquí no vamos a venir con que pobrecita que es mujer, no señor. Aquí hay que seguir porque cuando la mujer asume un rol, lo asume con todo”, dijo.
Por eso la razón de la rueda de prensa es alzar la voz por el silencio que se ha mantenido en Sidor y las pocas voces solidarias que se han atrevido a defenderla.
“Lo único que estaba haciendo era defender los derechos de los trabajadores, porque cuando uno asume esto ya no lo hace sólo por uno, sino que representa a un colectivo”.
Y es eso, precisamente, lo que González y el grupo de mujeres está convencida que se hizo en Sidor. Su detención es una consecuencia, insiste, de defender la discusión y firma transparente del contrato colectivo de los 14 mil sidorista.
González también manifestó solidaridad con el trabajador de Ferrominera, Rodney Álvarez, acusado del homicidio de Renny Rojas en el portón de la estatal cuando se elegía la comisión electoral.
“Nuestros compañeros serán recordados y conocidos internacionalmente como pasó con mi papá, que un lunes era condenado a siete años de prisión y un miércoles era puesto en libertad porque a todas luces era una injusticia”, dijo. (Correo del Caroní 06.11.2014)