En declaraciones enviadas desde su sitio de reclusión al  periódico El Mundo (08.07.10), Rubén González, secretario general del Sindicato de la empresa Ferrominera Orinoco, Sintraferrominera, aseguró que la convención colectiva de los trabajadores de la CVG-Ferrominera Orinoco, homologada por orden del presidente de la República, Hugo Chávez Frías, “se sigue violando”.

 González aún está detenido en las instalaciones de Patrulleros del Caroní. Lo privaron de su libertad por liderar una huelga en defensa de los beneficios contractuales de los obreros y empleados de la empresa.

En la comunicación explicó que a todos los trabajadores de la empresa del hierro aún se les adeuda un retroactivo, que va del 5 de enero al 31 de mayo de 2009, y que es el pago por la diferencia de vacaciones; el aumento de 10 bolívares fuertes, previsto para el 1º de septiembre de 2009; el pago de 4 mil, 7 mil y 9 mil bolívares fuertes que estaba previsto para diciembre como bono por la discusión del contrato colectivo, entre otros.

El plan de ahorro se ha convertido en un desastre y el mal servicio en el Hospital Américo Babó, en Puerto Ordaz, y la Clínica en Ciudad Piar es inocultable, ratificó Rubén González.

Dentro de la larga lista que quejas menciona que el servicio de transporte que presta la empresa Saherco pone en riesgo la integrad física de los trabajadores, debido a que las unidades ya cumplieron su vida útil.

Recordó que este contrato fue firmado y autorizado por la presidencia de Ferrominera Orinoco, por los ministerios de Planificación y del Trabajo y por el propio presidente Chávez, quien ordenó su homologación en cadena nacional.

«Pero aquí nada ha cambiado desde que se presentó el conflicto que degeneró en mi injusta detención y proceso penal», dijo.

Perseguido

«Estamos siendo perseguidos injustamente por defender los derechos de los trabajadores. Pretenden no escucharnos y pasan por encima de los compromisos adquiridos con el sector laboral. Hemos puesto nuestro mayor empeño en defender a los trabajadores, no ahora, sino desde hace muchos años», dijo.

Recordó que existe un claro caso de retardo procesal en el juicio que se le sigue.

Sigue la lucha

«Esto no sólo me afecta a mí, sino a mi familia. Tengo mi esposa, cuatro hijos, cinco nietos. Todos saben cómo he defendido a la clase trabajadora. Hay un complot dirigido, no sólo contra mí sino también contra todos los que luchen por los derechos de los más necesitados. Todos los compañeros que decidan impulsar luchas similares están amenazados por esta conducta que se impulsa desde el poder del patrón-Estado que está criminaliza la protesta», reiteró.

Apuntó que le están violando todos sus derechos. «La Carta Magna asegura que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, y a nosotros nos ocurrió al revés, estamos presos, detenidos y señalados, somos culpables antes de que exista sentencia firme en nuestra contra».

Dijo que no declinará: «Vamos a continuar librando esta lucha con ayuda de todos los trabajadores. Estamos confiados en Dios, en su justicia, que está muy por encima de los poderes de este mundo. Esperamos que pronto estemos disfrutando de la libertad plena para continuar con nuestra lucha sindical en beneficio de los trabajadores ferromineros», agregó.

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