Por quinta vez es suspendida la audiencia de juicio al sindicalista Rubén González. ¿La razón?, no hubo despacho. El sindicalista expresó ante el diferimiento de la audiencia que «esto quiere decir que hay una persecución política, yo no cometí ningún tipo de delito, lo único que hice fue representar a los trabajadores».
Es de recordar, que el sindicalista estuvo detenido durante 17 meses, luego condenado a siete años de prisión, pero esta última sentencia fue anulada por el Tribunal Supremo Justicia, y ahora se encuentra bajo régimen de presentación mensual ante un tribunal del estado Bolívar.
Rubén González es acusado de los delitos de agavillamiento, instigación a delinquir, violación de la zona de seguridad y restricción a la libertad al trabajo por haber participado en una protesta de 16 días en septiembre de 2009 en Ferrominera Orinoco (FMO); los trabajadores protestaban por el cumplimiento del contrato, recientemente firmado.
El caso de Rubén González es el más emblemático reflejo de la política del Estado venezolano de criminalizar la protesta y atentar contra la libertad sindical. (Prensa Provea, 10.04.13)