El viaje desde su natal San Carlos, capital del estado Cojedes, aún no ha sido garantía de atención médica para José Flores, quien decidió mudarse a Caracas, temporalmente, en busca de especialistas en urología. El hombre lleva dos semanas en la ciudad, visita casi a diario el Hospital Universitario de la UCV y aún no tiene un diagnóstico certero de su padecimiento.
«Tendré que esperar a agravarme para que me puedan atender. No sé qué tengo, no quiero perder un riñón. Espero que no sea cáncer en la próstata, pero me veo en la obligación de seguir esperando porque no puedo pagar una clínica «, relató desde las afueras del Hospital Pérez Carreño donde busca otra alternativa médica.
La intermitencia en el suministro de insumos y el déficit de médicos ha retrasado hasta por seis meses las consultas ordinarias de urología en los hospitales del Área Metropolitana.
En el sanatorio de la UCV, especialistas estiman que existe una lista de espera de 300 pacientes con cálculos en los riñones y cáncer de próstata, quienes aguardan desde hace al menos dos años por un turno quirúrgico para poder operarse.
La razón es el déficit de anestesiólogos y por encima de ello, la carencia de un tomógrafo que funcione sin contratiempos, pues los médicos indican que el aparato actual está fuera de servicio, lo que dificulta la detección de tumores y otros tipos de diagnósticos.
En el Servicio tampoco disponen de sondas urinarias desechables ni de larga duración que requieren los pacientes con cáncer de próstata y otros padecimientos. «Esa situación compromete la función renal de los enfermos y los predispone a múltiples infecciones urinarias», explicó un residente.
En el Domingo Luciani, ubicado en El Llanito, la pesquisa de cáncer de próstata a través de biopsias está subordinada a los pases de cortesías que la Unidad de Anatomía Patológica cede a los pacientes. Frente a esa situación, buena parte de las afecciones son canalizadas y atendidas a través de la emergencia. El paciente Gustavo Méndez, de Valles del Tuy, contó que debió pagar su biopsia en un centro privado para descartar lo que terminó siendo un cáncer.
En el país, una de las primeras causas de muertes por neoplasias es el cáncer de próstata en hombres, con 2.431 decesos sólo en 2011, lo que representa 10,8% de todas las muertes ocurridas durante ese año, cuando se registraron 22.327 víctimas, de acuerdo con el último Anuario de Mortalidad del Ministerio de Salud, que corresponde a ese período.
Entre 2007 y 2011, un total de 11.056 hombres murieron por la enfermedad, que gana terreno como consecuencia de la falta de políticas preventivas en los hospitales públicos. «En el Universitario no estamos fuera de la crisis de insumos», sentencia Antonio León, secretario general de la Sociedad Venezolana de Urología y especialista de ese centro.
León enfatiza que en la fase de diagnóstico muchas veces los pacientes no tienen acceso a pruebas de antígeno prostático. Asegura que cuando detectan un posible cuadro clínico, se debe confirmar con una biopsia, para lo cual requieren agujas especiales y equipos de ultrasonidos, que son limitados.