Marino AlvaradoLos ataques que las autoridades venezolanas han lanzado contra el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) en los últimos días han hecho saltar las alarmas allende de nuestras fronteras. Front Line Defenders expresó su preocupación por lo que califican «campaña de difamación» contra la agrupación y le recordaron a los gobernantes que los defensores de Derechos Humanos cumplen un «papel legítimo» en la sociedad.

«Pregúntese por qué un gobierno reacciona con toda su furia contra una ONG», afirmó el activista en su cuenta de Twitter

En un comunicado, la organización internacional recordó que Provea trabaja «para mejorar las iniciativas ya existentes y desarrollar nuevos programas en la defensa de los Derechos Humanos».

Las descalificaciones contra la agrupación las inició el viernes el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, quien la acusó  de ser la «retaguardia del fascismo». ¿La razón? El comunicado que el jueves publicó y en el cual puso en duda la veracidad de las denuncias oficiales sobre la destrucción de decenas de centros de Diagnóstico Integral de la Misión Barrio Adentro por parte de opositores durante las manifestaciones que realizaron para exigir el recuento del 100% de los votos de los comicios presidenciales del pasado domingo.

No obstante, Provea no negó que los ataques se hayan producido, sino que reportó que no encontró evidencia, en los medios públicos ni en los privados, de que decenas de instalaciones hayan sido incendiadas, tal y como lo aseveraron las autoridades, ni tampoco de que estas acciones hayan sido perpetradas por  partidarios de la oposición.

Los ataques siguieron

La campaña contra Provea continuó. El Gobierno lanzó una cadena de radio y televisión, en la cual se mostraban imágenes de supuestas sedes de centros de salud dañadas por presuntos opositores; y en la que se recogían las declaraciones que el sábado ofreció la defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, quien criticó la actuación de la organización.

El coordinador de la agrupación, Marino Alvarado, rechazó la acción, a la cual no dudó de tildar como «una cobardía»; y aseguró que esto «demuestra la debilidad del Gobierno en sus afirmaciones».

«Pregúntese por qué un gobierno reacciona con toda su furia contra una ONG», afirmó el activista en su cuenta de Twitter y acto seguido replicó: «Desmontamos sus mentiras» en referencia al presidente Nicolás Maduro y el ministro Villegas. (Juan Francisco Alonso, El Universal, 24.04.13)

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