PNBEdgar Poleo trabajaba como mototaxista. Tenía 20 años y vivía con sus padres en la zona 05 del Barrio José Félix Ribas de Petare, estado Miranda. El pasado 08.05.2013, luego de vender su moto, Edgar Poleo se trasladaba como parrillero a bordo de la motocicleta de un amigo. En el trayecto, un grupo de hombres armados sin identificación que habían instalado una alcabala, les ordenaron detenerse. El conductor de la motocicleta acató la orden y se detuvo inmediatamente, mientras que Edgar salió corriendo del lugar, lo que generó la respuesta a tiros de los centinelas y el impacto de dos balazos en su cuerpo.

Insisten en que los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana actuaron de forma desproporcionada y sin apego a los procedimientos previstos en las leyes y reglamentos vigentes

Así relataron los familiares de Edgar Poleo al equipo de Provea, los acontecimientos que rodearon la muerte del joven. Denunciaron que los autores del hecho son funcionarios de la División de Inteligencia de la Policía Nacional Bolivariana que habían instalado una alcabala en el sector “de civil y sin ningún tipo de identificación”, por lo que creen que Edgar Poleo pudo haber desacatado la voz de alto por miedo a ser atracado, “acababa de vender su moto y llevaba consigo una considerable suma de dinero”.

De los dos impactos de bala que recibió Poleo, uno ingresó por el lado posterior derecho de su cuerpo y lo tumbó, el otro, hizo impacto en la parte frontal izquierda, a la altura del corazón, “por las marcas de pólvora en su pecho presumimos que le dispararon a quemarropa”, afirmó uno de los familiares.

Los mismos policías lo trasladaron al Hospital Domingo Luciani de “El Llanito”, donde falleció a los pocos minutos. Su hermano y el personal del hospital, aseveraron que Edgar Poleo llegó totalmente desnudo al centro asistencial, y que solo contaba con su cédula de identidad al momento del ingreso. Ello, a pesar de que en fotografías tomadas por vecinos y testigos del suceso, se observa al joven Poleo cuando era trasladado por los funcionarios policiales, y vestía jean, franela azul, gorra y zapatos.

Los denunciantes señalaron que los funcionarios policiales involucrados en el hecho intentaron simular un enfrentamiento, colocando en manos de Poleo una pistola, con la que éste -según la versión policial-, habría abierto fuego contra los efectivos. Los familiares niegan la versión del enfrentamiento y contaron a Provea que hubo muchos testigos del hecho, quienes ahora se niegan a declarar “por temor a represalias”.

A las 11 de la mañana del día 10.05.2013 aún sus familiares no habían podido retirar el cadáver de la morgue de Bello Monte, toda vez que no se le había realizado la autopsia por ausencia de un Fiscal del Ministerio Público. Un miembro de la familia, se comunicó con la línea 0800-FISCA 00, número de atención gratuito del Ministerio Público, y pudo conversar con un Fiscal que se encontraba de guardia, quien se comprometió a acudir a la morgue a presenciar el protocolo de autopsia. Sin embargo, según señalan los denunciantes, se le informó al Fiscal que la autopsia no sería practicada por no estar presente el patólogo forense, “curiosamente en la tarde, el mismo patólogo nos informó que se había hecho la autopsia sin la presencia del Fiscal”, contaron los familiares.

Los familiares de Edgar Poleo exigen una investigación expedita e imparcial, que esclarezca el suceso, determine las responsabilidades a que hubiere lugar y sancione a los culpables. Insisten en que los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana actuaron de forma desproporcionada y sin apego a los procedimientos previstos en las leyes y reglamentos vigentes. Asimismo, destacaron que es recurrente la instalación de alcabalas por parte de efectivos de los cuerpos de seguridad sin ningún tipo de identificación, lo que con frecuencia, se traduce en violaciones a los derechos de los ciudadanos.

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