22.06.03, el policía Walter José Mendoza Piña asesina, bajo los efectos de alcohol a José Félix. Un músico de 22 años que trabajaba eventualmente en una conocida discoteca de Barquisimeto. En una noche el policía Mendoza Piña, después de recorrer varios centros nocturnos en compañía de unos amigos, se presentó en estado de ebriedad exigiendo que lo dejaran entrar al local, pero como el portero le negó el ingreso explicándole que a esa hora el establecimiento ya estaba por cerrar, el iracundo funcionario protagonizó un altercado que involucró a un grupo de personas que estaban en la puerta de la discoteca.
Mientras esto ocurre afuera José Félix, que ya había terminado sus labores como músico, se disponía a retirarse. Así lo intentó toda vez que las personas que protagonizaron la pelea aparentemente se retiraban. Pero el policía Mendoza Piña venía por más; después de la trifulca, fue hasta el vehículo estacionado frente a la discoteca donde sus acompañantes lo aguardaban, sacó de allí su arma de reglamento y envalentonado se devuelve ebrio y enfurecido a desquitarse. En ese fatal momento José Félix, junto con un amigo que lo acompañaba, coinciden en la entrada del local con Mendoza Piña que ya venía apuntando con la pistola a quien se le atravesara.
Ante tan amenazante presencia los dos jóvenes se retiran rápidamente hacia el estacionamiento, pero el policía confundiéndolos226 con sus agresores los persigue y desde muy corta distancia apunta y le dispara a José Félix. La persona que sostuvo la pelea con el policía se encontraba escondida debajo de un carro desde donde pudo ver cuando Mendoza Piña asesinaba al joven músico.
Pese a que numerosos testigos presenciaron el homicidio y reconocieron a Mendoza Piña este no fue detenido de inmediato. Es el 18.07.03, a casi un mes del crimen, cuando por fin fue citado por la Fiscalía.
Transcurrieron tres largos años durante los cuales Miriam Núñez se dedicó en cuerpo y alma a emprender todas las acciones a las que hubiera lugar para lograr la sentencia condenatoria contra el asesino de José Félix, tiempo durante el cual las cobardes y reiteradas acciones intimidatorias del policía235 no consiguieron quebrantar la determinación de la valiente mujer en su lucha para que el asesinato de su hijo no quedara impune.
Fue un viernes 30.06.06, cuando en una audiencia que se extendió hasta altas horas de la noche Walter José Mendoza Piña fue condenado a cumplir la pena de diecinueve (19) años de prisión por los delitos de homicidio calificado y uso indebido de arma de fuego. A partir de esa fecha el funcionario fue recluido en la cárcel de Uribana en un área especial denominada «La Banquera», un espacio del penal exclusivamente reservado para funcionarios, donde Walter Mendoza inició un negocio para reparar computadoras.
Aunque la sentencia de 19 años de prisión fue ratificada, una nueva trama de impunidad se trasponía en los anhelos de justicia de Miriam. A menos de un año de haber logrado la sentencia definitivamente firme, al funcionario policial que asesinó a su hijo le es otorgado un beneficio procesal, nuevamente cambiándosele el cumplimiento de la pena por una «forma alternativa de cumplimiento de pena consistente en el destacamento de trabajo por el lapso que le resta de cumplimiento de pena, o hasta hacerse acreedor de una nueva fórmula alternativa de cumplimiento de pena».
Así, a la vuelta de poco más de un año Walter Mendoza Piña saldría de Uribana y entraría por la puerta grande a la cueva de la impunidad, la famosa comandancia de la calle 30 de Barquisimeto donde, tanto víctimas como victimarios, sabían perfectamente que Mendoza Piña tendría puerta franca para entrar y salir.