Desde desfiles, partidos de fútbol y debates escolares hasta la iluminación de centenares de monumentos emblemáticos, la campaña “Pinta el mundo de naranja”, promovida por las Naciones Unidas, impulsará numerosas actuaciones a escala mundial con el fin de eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, una lacra que afecta a una de cada tres de ellas en todo el mundo.
Para unificar esta enorme movilización social y los eventos organizados en el marco de la campaña se utilizará el color naranja, símbolo de un futuro brillante y optimista en el que las mujeres y las niñas podrán al fin vivir libres de violencia. Este llamado a la acción se enmarca a su vez en la iniciativa ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres que lidera ONU Mujeres. La campaña se desarrollará durante los 16 días de activismo contra la violencia de género liderados por la sociedad civil, desde el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Este año, la iniciativa “Pinta el mundo de naranja” se centrará en el tema de la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, en el contexto específico de la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye una serie de metas encaminadas a poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
Coincidiendo con los 16 días de activismo, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, realizará visitas a tres continentes para poner de relieve la urgente necesidad de trabajar para hacer frente a la pandemia de la violencia en todos los niveles —desde el mundial hasta el local— y en todos los sectores de la sociedad. Con este objetivo, participará en una serie de actos de alto nivel que se celebrarán en Brasil, la República Democrática del Congo, España y Turquía.
La conmemoración oficial del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tendrá lugar el 25 de noviembre en Nueva York, servirá también como punto de partida del emblemático “Marco de las Naciones Unidas para prevenir la violencia contra las mujeres”, desarrollado conjuntamente por varias entidades de las Naciones Unidas entre las que se encuentran ONU Mujeres, la OIT, el PNUD, la UNESCO, el UNFPA y la OMS.
“La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más graves –y la más tolerada– en todo el mundo; esta lacra es tanto causa como consecuencia de la desigualdad y la discriminación de género. Su presencia persistente constituye uno de los indicadores más claros del desequilibrio de las sociedades, y tenemos la determinación de hacer que esto cambie”, manifestó Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres. “Debemos centrarnos en la prevención, y a pesar de que no existe una solución única para un problema tan complejo, existen pruebas cada vez más numerosas acerca del tipo de acciones que pueden detener la violencia antes de que se produzca. Este enfoque integral constituye el núcleo del nuevo marco desarrollado por ONU Mujeres conjuntamente con los organismos que colaboran con nuestra organización”.
En las últimas décadas se han registrado algunos avances; actualmente, 125 países cuentan con leyes contra el acoso sexual y 119 disponen de leyes contra la violencia doméstica, pero sólo 52 han aprobado leyes referentes a la violación en el matrimonio. A pesar de los esfuerzos realizados, la violencia contra las mujeres continúa siendo una realidad en todos los países. Las mujeres sufren violencia en sus hogares y acoso en las calles, así como en Internet. Para prevenir y eliminar la violencia es necesario atacar la raíz del problema: la desigualdad de género. En 2014, la OMS calificó este problema de “epidemia mundial” y crisis de salud pública, dado que en todo el mundo una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual en algún momento de su vida (principalmente a manos de su pareja íntima), un porcentaje que en ocasiones alcanza un escalofriante 70 por ciento en algunos países. Casi la mitad de las mujeres que fueron asesinadas en 2012 perecieron a manos de su pareja o de un familiar. Se calcula que 133 millones de mujeres y niñas han experimentado alguna forma de mutilación genital femenina/ablación. Las mujeres adultas representan cerca de la mitad de las víctimas de la trata de personas detectadas a nivel mundial.
La reciente adopción por parte de las y los líderes mundiales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en septiembre de 2015, que representan una agenda nueva y clara para el desarrollo mundial, supuso un momento crucial: el reconocimiento mundial de que la violencia contra las mujeres y niñas constituye un problema grave, pero evitable. El objetivo de igualdad de género, el Objetivo núm. 5 de los ODS, persigue eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas. Dicho objetivo reconoce la violencia contra las mujeres como un obstáculo para el logro pleno de la agenda para el desarrollo, y proporcionará indicadores exhaustivos que guiarán las actuaciones en pos de su consecución. El objetivo se centra asimismo en la prestación de servicios a favor de la realización de los derechos sexuales y reproductivos. Durante la histórica Reunión de Dirigentes Mundiales sobre la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres que tuvo lugar el 27 de septiembre de 2015, muchas y muchos de los 70 líderes mundiales que subieron al estrado manifestaron que la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas es una prioridad, demostrando de ese modo no sólo el carácter universal del problema, sino también el reconocimiento por parte de las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de que la pandemia de la violencia es un obstáculo fundamental para el logro pleno de la igualdad de género y del empoderamiento de las mujeres.
Una campaña de alcance mundial
Durante los 16 días que durará la campaña “Pinta el mundo de naranja” está previsto celebrar más de 450 eventos en más de 70 países. Estos actos incluirán la iluminación de monumentos célebres y numerosas actividades en las que se contará con la participación de la sociedad civil, tales como debates con líderes religiosos, proyecciones de películas, espectáculos de teatro y danza, marchas, manifestaciones, maratones e iniciativas de activismo digital a través de las redes sociales. Por ejemplo, se iluminarán de color naranja lugares tan destacados como las cataratas del Niágara (Canadá/EE. UU.), los edificios de la Comisión Europea (Bélgica) y del Consejo de Europa (Francia), la estatua de la Sirenita de Copenhague (Dinamarca), las ruinas arqueológicas de Petra (Jordania) o el Palacio de Justicia en Kinshasa (República Democrática del Congo).
En África, entre otras iniciativas, se iluminará el Puente de Nelson Mandela en Sudáfrica y se llevarán a cabo diversas manifestaciones en todo Mozambique. Entre los numerosos actos organizados en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, se celebrará un festival de cine en Trinidad y Tobago con el lema “Demos el paso para eliminar la violencia contra las mujeres”. Quito, la capital de Ecuador, ha organizado un “maratón naranja”, y en Guatemala se realizará una procesión de cometas con mensajes que promoverán la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas. En la región de Asia y el Pacífico se llevará a cabo la campaña “16 mujeres, 16 historias”, una potente campaña en redes sociales diseñada en colaboración con la organización Humans of Pakistan, que mostrará imágenes e historias de las mujeres locales. Además, se espera que unas 10.000 niñas de ocho universidades asistan al Festival ÚNETE, organizado en colaboración con la Universidad para Mujeres de Lahore (Pakistán). Asimismo, se iluminará la Puerta de la India y se mostrarán mensajes en favor de la eliminación de la violencia contra las mujeres en los paneles de dos de las líneas de metro más concurridas de Nueva Delhi. Camboya ha organizado una carrera naranja de 8,4 km y Timor-Leste está organizando un festival artístico. En Europa, las y los agentes de policía de Albania patrullarán las calles vestidos de naranja y, en la región de los Estados árabes, el campamento de refugiados Za’atari, ubicado en Jordania, será el escenario de un maratón de marcha femenino, entre otras actividades.
Además, en el marco de la movilización de nuestros asociados, se ha pedido a influyentes medios de comunicación y periodistas que muestren su compromiso personal con la causa, utilizando simbólicamente el color naranja en sus estudios o en su atuendo, y que insten a sus audiencias a actuar para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. (www.unwomen.org)