La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos rechazó hoy la autorización dada a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que puedan participar en tareas de represión de las manifestaciones y que en ellas se les permita el uso de armas de fuego.
“Estamos preocupados por la reciente Resolución 008610 del Ministerio de Poder Popular para la Defensa de la República Bolivariana de Venezuela que describe las normas de comportamientos de las Fuerzas Armadas cuando controla asambleas y manifestaciones públicas. El uso del Ejército para acciones de imposición de la ley debería ser un método excepcional de responder a una situación de emergencia, cuando hay una necesidad de apoyar a la policía civil”, señaló en una rueda de prensa Rupert Colville, portavoz de la Oficina.
Colville recordó que “en línea con los estándares internacionales, el uso de la fuerza letal debe ser la última opción, sólo aplicada bajo los principios de necesidad y proporcionalidad, y sólo en situaciones donde es estrictamente inevitable para proteger la vida”. Incluso el portavoz usó como argumento que la propia Constitución Nacional en su artículo 68 establece que “se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas”.
El portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió al gobierno venezolano que “no use armas de fuego en el control de manifestaciones pacíficas, y que se adhiera en todas circunstancias a los Principios Básicos de la ONU sobre el Uso de la Fuerza y Armas de Fuego por los Funcionarios que aplican la ley, y a sus propia Constitución”.
(Publicado originalmente por EFENoticias)
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