En cada lucha concreta pequeña o mediana e incluso más importante, los trabajadores establecen relaciones y vínculos con otros hermanos de clase. La solidaridad fluye espontáneamente si no la mediatizamos, le ponemos frenos o dejamos que interfieran posiciones sectarias que tergiversen e incluso obstruyan ese acto natural de intercambio entre quienes viven el conflicto y los que ejercen la solidaridad.
La defensa de la unidad y la lucha por unificar los combates y conflictos de la clase se da en las bases mismas y en la manera de desarrollar cada combate, confiando plenamente en la capacidad de los trabajadores y en la solidaridad natural que establecen. Se trata entonces de impulsar a fondo la participación de los trabajadores en todos los aspectos de la lucha, de incluirlos en cada acción y que la discutan, la evalúen y después la realicen analizando al final sus resultados para que todos sean actores del combate y no solo los dirigentes sean quienes sepan y decidan.
Los dirigentes de la clase tienen que ser muy transparentes y confiar plenamente en los trabajadores: aceptar, escuchar y discutir todo con ellos para que la unidad en la lucha se fortalezca en el triunfo y se mantenga aun en las dificultades.
¿Por que decimos esto?
Las lecciones que hoy esta aprendiendo la clase trabajadora en cada combate son de vital importancia para las batallas que se están dando en todo el país y las que vendrán. Cada día nuevas luchas de la clase contra la política de los empresarios, claramente definida de: hacernos pagar la crisis económica golpeando nuestros intereses al no discutir contratos colectivos, al ejecutar despidos de trabajadores, al cerrar empresas que no les den suficiente ganancia, demuestran cuales son sus intereses y hasta donde están dispuestos a llegar por defenderlos e imponerlos. Los trabajadores acuden al gobierno para que asuma la defensa de sus derechos a través del ministerio del trabajo y sus organismos de ejecución. Allí esperan encontrar la respuesta favorable a sus reclamos, pues el discurso del gobierno ha dicho hasta la saciedad que en este proceso los trabajadores son la vanguardia los que deben estar al frente y que el estado los defiende a carta cabal. Por eso acuden allí, donde se supone que serán atendidos y desde donde se actuara para hacer valer sus derechos y garantizaran sus beneficios.
¿Esto sucede así? Por supuesto que no, cada día esta mas claro para la clase trabajadora que el gobierno no esta actuando en defensa de sus intereses. En cada experiencia que vive el panorama se aclara más, observan su experiencia concreta y observan las otras que hay en el país y van viendo como en Mitsubishi el ministerio actuó y actúa contra los trabajadores. Si el ministerio rojo actúa contra lo prometido de: “impulsar una revolución obrerista con la finalidad de acabar con la explotación del capital sobre los trabajadores”; observen que en Yaracuy los empresarios privados se niegan a discutir contratos colectivos, despiden trabajadores y se niegan a los reenganches, meten calificaciones de despido contra los dirigentes sindicales, etc. Y observan que la inspectoría del trabajo llamada a ser garante de sus derechos, llamada a actuar de acuerdo con las líneas habladas en decenas de alocuciones por los dirigentes del proceso y en defensa de la clase trabajadora, no lo hace y se demora, se hace la vista gorda, se pone sorda y resulta que se convierte en un ente que le hace el juego a los empresarios.
Los trabajadores actúan y acuden a otras instancias del gobierno, realizan movilizaciones, reuniones con los inspectores, decenas de acciones y reuniones para continuar observando que las respuestas favorables a sus reclamos no se realizan, solo hay acciones tímidas a favor de ellos cuando presionan con fuerza a los funcionarios del estado o los denuncian públicamente.
Los trabajadores van observando lo que sucede, van asumiendo una actitud, sacando conclusiones de cada situación y la conclusión primera es que: para hacer valer sus derechos no basta con hacer los reclamos ni con acudir al gobierno ya sea inspectoría, diputados, ministros, etc., sino que hace falta hacer el ruido, la bulla que se pueda, acciones de calle, movilizaciones, etc. y en esas acciones obtener el apoyo de sus hermanos de clase, unirse, para que se pueda avanzar en sus luchas.
La conclusión de que este gobierno actúa contra los trabajadores solo la tiene parte de la clase y sus dirigentes, una parte aun no mayoritaria. Y la clase obrera no estará bien preparada para peleas más trascendentales si esa conclusión no la aprenden los mejores y una mayoría de sus dirigentes y trabajadores combativos y eso aun no sucede.
En IOSA los trabajadores están aprendiendo con gran rapidez y sacan conclusiones cada día mas claras. Ven que la inspectoría no ha actuado con velocidad a favor de ellos, pero tampoco ha actuado en su contra y ha ejecutado una actuación legalmente acorde con la ley. Pero también han visto que la capacidad demostrada por la inspectoría para hacer valer o imponer estas leyes sobre los patronos no es efectiva y por tanto este organismo del estado no es funcional para resolver los problemas de los trabajadores. ¿Pero ello nos dice automáticamente que en otro conflicto no debemos acudir a la inspectoria?
No, de todas maneras hay que acudir, lo que estará planteado será darle otro contenido a la lucha para que la presión sobre la inspectoria sea mucho mayor y la amplitud de la próxima lucha deberá ser mas extensa, con mas vínculos con hermanos de clase y probablemente actuando ante la inspectoria no solos sino unidos con todos los trabajadores en conflicto que se pueda. Lo que han aprendido en esta lucha y su más importante conclusión ha sido que la más amplia participación democrática de cada trabajador en todos los aspectos y acciones de la lucha es indispensable para garantizar la unidad de todos en el combate y por tanto que todos y cada uno es importante para alcanzar la victoria.
La segunda conclusión importante es que los dirigentes del conflicto deben estar totalmente compenetrados con sus compañeros de lucha, confiar en ellos, consultarlos permanentemente para que se ganen la confianza de los trabajadores y para ello deben estar dispuestos a someterse a la voluntad de los trabajadores no sin antes exponer ante ellos su punto de vista con firmeza y claridad ese es el tipo de dirigentes que necesita la clase en cada lucha y conflicto.
La tercera lección importante es que la disposición natural de solidaridad de la clase entre si es espontáneamente solida, desprendida, dispuesta a manifestarse a cada momento, pero que depende de los dirigentes que estén en cada empresa, si es solidaridad natural se fortalecerá y convertirá en fuerza para la lucha o se frenara debilitando no solo la lucha en curso sino otras luchas en desarrollo. Y la otra lección importante es que por pequeña que sea la lucha en una ciudad, ésta es parte de todas las luchas que hoy libra la clase en todo el país y en todo el mundo y que cada victoria en cada pequeño rincón, fortalece las posibilidades de victoria en todas partes y por ello la unidad de los trabajadores en todo el país en todas nuestras luchas es fundamental para la victoria de todas y cada una de esas luchas.
Estas lecciones no solo esperamos las hayan aprendido sino que estén dispuestos a enseñarlas a nuestros hermanos de clase que nos han acompañado en este combate, así paso a paso fortalecemos una manera de actuar y una manera de hacer las cosas, la única que nos lleva a la victoria que es confiando a fondo en los trabajadores, logrando que participen todos, opinen todos y aporten todos para que la unidad este sólidamente estructurada y aun después de discutir todo lo relacionado con la lucha, y de exponer el punto de vista de los dirigentes estemos dispuestos a sumir la decisión de los trabajadores como una orden.
Así camaradas creemos que se construye la unidad de los trabajadores y es por ello que hoy que es necesaria mas que nunca, no vemos la marcha del 9 como una marcha de apoyo al gobierno simplemente, no camaradas, esta marcha es como lo dice la convocatoria una marcha por un aumento general de salarios, por la escala móvil de salarios, contra la penalización y criminalización de las luchas obreras y populares, por la gestión socialista en las empresas del estado con poder de decisión desde las bases, por un verdadero control obrero por expropiaciones sin indemnización, y contra la derecha roja presente en el ministerio del trabajo y en el gobierno a todos sus niveles. El carácter de la marcha lo puede imprimir la clase trabajadora si la misma es de combate o de conciliación de todas maneras ella será un combate mas para que el panorama en la conciencia de los trabajadores y de sus dirigentes honestos se siga aclarando y fortalezcamos la unidad en cada lucha por venir.
Toda actividad unitaria con propuestas concretas de lucha que sirva para fortalecer la unidad y aclarar el panorama a todos los trabajadores, exige la participación, por la unidad de la clase, por la unidad de sus dirigentes honestos y revolucionarios, por todas las luchas de los trabajadores contra las políticas de los burgueses y empresarios privados o del gobierno, por un ministerio del trabajo donde sus funcionarios desde arriba abajo sean electos o revocados por los trabajadores y sus organizaciones.
Difundamos las lecciones que estamos aprendiendo corrijamos los errores cometidos y sigamos confiando a plenitud que en cada trabajador venezolano hay un luchador por los derechos de la clase trabajadora. Dice un refrán que la marcha de la columna guerrillera no va al paso del más rápido sino del más lento pues la revolución necesita de todos para triunfar y no podemos desprendernos y dejar a nadie atrás.
SALUD POR LA VICTORIA Y LA LECCION TODOS USTEDES NOS HAN ENSEÑADO EL INMENSO VALOR DE LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA. (El Topo Obrero, La.clase.info)