La violencia vivida en la región es “desproporcional”, porque a pesar de que se da un “momento histórico” de democracia, es “preocupante” que Latinoamérica y el Caribe alberguen a 8 de los 10 países más violentos del mundo, dijo en entrevista con Efe la directora de AI para las Américas, Erika Guevara.
Además, añade el reporte, en cuatro de estos países -Brasil, Colombia, México y Venezuela- se cometen uno de cada cuatro homicidios violentos a nivel mundial.
La “respuesta ineficiente de los propios Estados para proteger a la población” es invisibilizada por las propias instituciones, que en su ánimo de fomentar la atracción de inversiones extranjeras, ocultan las problemáticas del país.
Un “claro” ejemplo de ello, comenta Guevara, es México, donde “los números ya han sobrepasado la proporción de alarma”, con 27.000 desaparecidos, 200.000 personas que han perdido la vida en la guerra contra el crimen organizado y otros miles de desplazamientos forzosos para huir de la violencia.
Este país cuenta “con un aparato de publicidad que tiene el propio Estado para invisibilizar esta crisis, no solo negando la proporción, sino también respondiendo de manera muy negativa a las críticas” que mecanismos de Naciones Unidas o asociaciones civiles hacen a modo de alerta.
La asociación también percibe un aumento en los abusos de derechos humanos cometidos no solo por el crimen organizado, que aprovecha los vacíos de poder que las autoridades no cubren, sino también por parte de las multinacionales.
“Somos la región que tiene un mayor número de conflictos socioambientales, que particularmente están afectando a poblaciones indígenas y otras minorías étnicas”, ya que “las multinacionales se están apropiando de sus territorios y sus recursos naturales”, sostiene Guevara.
Además, en 2015 aumentó la violencia contra aquellas personas que defienden el derecho a la tierra y a los recursos naturales, mientras “la respuesta del Estado ha sido de encubrimiento” a las multinacionales, “que en ocasiones utilizan grupos paramilitares o que están ajenos al Estado de derecho para perpetuar estos abusos”.
Estados Unidos, Ecuador, República Dominicana, Jamaica y Chile fueron algunos de los países en los que se registró un “uso excesivo” de la fuerza por parte de la policía y otras corporaciones de seguridad.
El reporte refleja, entre otros casos, el conflicto por el cual cerca de 2.000 colombianos que vivían en Venezuela fueron expulsados del país, muchos de ellos refugiados “porque habían escapado de la violencia”.
Tras las elecciones legislativas en las que se dio la victoria de la oposición, la directora regional dice que desde Amnistía están “alarmados” por la “parálisis institucional” de Venezuela.
Una nueva Asamblea “puede marcar un rumbo distinto” en cuanto a la protección de los derechos humanos, pero “lamentablemente” no se ha reflejado aún en los ciudadanos, que sufren “desabastecimiento de productos básicos”, recordó.
En tanto, los avances en el proceso de paz de Colombia se han visto como un “paso positivo”, aunque es fundamental que las víctimas tengan “una voz en la implementación del proceso” y sean el eje central, no solo en el acuerdo al que se llegue, sino también “en las políticas públicas que se generen para garantizar esa paz”.
Amnistía toca, entre otros puntos, el desalojo de personas en Brasil, “sin notificación o indemnización económica”, por la construcción de infraestructuras para los Juegos Olímpicos que se celebrarán este año, así como la crisis de migrantes, especialmente de menores no acompañados, que cruzan Centroamérica y México rumbo a Estados Unidos.
Asimismo, el informe destaca que siguen siendo alarmantes los altos niveles de impunidad, porque únicamente 20 de cada 100 homicidios en América Latina acaban con una condena.
A pesar de esto, se han visto avances en países como Guatemala, donde se produjeron “movilizaciones masivas de personas en las calles demandando la rendición de cuentas y al Estado un paro total en el tema de corrupción e impunidad”, que llevó a la salida del presidente Otto Pérez Molina.
También “vimos ciertos avances en Chile, con el tema de la impunidad de crímenes cometidos durante la dictadura, igualmente en Argentina”, destaca Guevara.