La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publica hoy el informe “Consideraciones sobre la ratificación universal de la Convención Americana y otros tratados interamericanos en materia de derechos humanos”. El informe procura promover la ratificación universal de todos los instrumentos interamericanos, como un paso fundamental para lograr la protección plena de los derechos humanos en la región. Asimismo, busca fomentar la observancia general de los derechos humanos en las Américas, promoviendo no sólo la universalidad en la ratificación, pero también el cumplimiento de las disposiciones contenidas en dichos instrumentos.
La CIDH ha destacado en varias oportunidades la importancia de la ratificación universal de los instrumentos del sistema interamericano como un ingrediente crítico del pleno respeto y garantía de los derechos humanos en las Américas. La Comisión entiende que el sistema actual de grados diferenciados de ratificación coloca a millones de personas en una situación de desventaja en cuanto al grado de protección internacional de los derechos, pues mantiene cerrada la puerta a una instancia de protección complementaria que puede ser vital para personas en particular situación de vulnerabilidad.
La CIDH a su vez busca resaltar en el informe que la aplicación de los estándares del sistema interamericano de derechos humanos a través de las Américas es un proceso heterogéneo que camina a pasos lentos y que exige de los Estados esfuerzos concretos, deliberados, e inmediatos para cerrar la brecha entre los principios consagrados en los instrumentos interamericanos y su implementación práctica.
El informe discute preocupaciones y progresos en el camino hacia la universalidad en las Américas, con miras a promover una reflexión de parte de los Estados Miembros de la OEA de cómo superar los obstáculos existentes. La Comisión destaca que el informe se basa en un grupo de premisas derivadas del objetivo de la universalidad en la ratificación de los instrumentos interamericanos.
El carácter universal de los derechos implica un vínculo estrecho entre la protección de los derechos civiles y políticos, y los económicos, sociales y culturales. Asimismo, acarrea un deber para los Estados de prestar especial atención a los sectores sociales e individuos que han sufrido formas de exclusión histórica o son víctimas de prejuicios persistentes, y adoptar de forma inmediata las medidas necesarias para prevenir, reducir y eliminar las condiciones y actitudes que generan o perpetúan la discriminación en la práctica.
Estos principios se ven reflejados en los instrumentos que rigen el actuar del sistema interamericano de derechos humanos. Siendo este un sistema integral de protección, para lograr la mayor protección posible de las personas en las Américas, es indispensable la ratificación no sólo de la Convención Americana, pero de todos los instrumentos interamericanos.
La observancia plena de los derechos humanos es fundamental para lograr democracias sólidas e incluyentes. Ratificar tratados internacionales de protección de derechos humanos es un indicador de la calidad de la democracia de un país. Esto a su vez promueve el respeto y garantía de la obligación de no discriminar y del principio de igualdad; principios marco del sistema internacional de protección de los derechos humanos y vitales para garantizar democracias coherentes, representativas y sostenibles.
Por otra parte, la ratificación de instrumentos interamericanos envía un mensaje social sobre el carácter prioritario de la protección de los derechos humanos, y abre una puerta de protección a nivel internacional cuando el sistema nacional falla en ofrecer un remedio. Este principio tiene importantes repercusiones para los sistemas de justicia, ya que la administración de la justicia constituye la primera línea de defensa en la protección de los derechos humanos a nivel nacional.
La CIDH aprovecha esta oportunidad para destacar el vínculo entre una democracia sólida y la fortaleza de su poder judicial, en particular en la protección de grupos, colectividades y sectores en particular riesgo a violaciones de sus derechos humanos, y las personas afectadas por pobreza y en situaciones de exclusión. La Comisión recomienda a los Estados organizar su estructura para responder de forma adecuada a las violaciones de derechos humanos, incluyendo la actuación de todas sus instituciones, poderes, programas y servicios.
Es importante destacar que, bajo el entendido de la naturaleza integral y complementaria de los instrumentos del sistema interamericano de protección de los derechos humanos, la CIDH considera que hay cuatro niveles de participación de los Estados en el sistema interamericano. Primero, existe un nivel de protección universal y mínimo para todos los 35 Estados Miembros de la OEA cuyos habitantes gozan de la protección de los derechos reconocidos en la Declaración Americana y la Carta de la OEA bajo la supervisión de la CIDH. Seguido por un grupo de 23 Estados Miembros que ha ratificado la Convención Americana y continúan siendo parte de dicho instrumento. Continúa, un grupo de 20 Estados que ha aceptado la jurisdicción de la Corte Interamericana y su aceptación sigue vigente. Finalmente, un grupo de 7 Estados Miembros que ha ratificado todos los tratados interamericanos de derechos humanos.
Este informe reitera que el alcance de la competencia de la CIDH se extiende a toda la región y en este sentido puede analizar y revisar peticiones relativas a Estados que no han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos y otros instrumentos interamericanos, pero sí ratificaron la Declaración Americana, que es fuente de obligaciones internacionales para todos los Estados miembros de la OEA. Sin embargo, es pertinente señalar que para la CIDH la ratificación universal de los instrumentos interamericanos es indispensable para lograr la protección plena de los derechos humanos de todas las personas en el hemisferio.
Con carácter apremiante, la CIDH insta a los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos a emplear los medios a su alcance para superar los impedimentos a la ratificación e implementación plena de todos los instrumentos interamericanos. La CIDH tiene como meta prioritaria apoyar a los Estados Miembros de la OEA en el cumplimiento de sus obligaciones de derechos humanos.
El informe “Consideraciones sobre la ratificación universal de la Convención Americana y otros tratados interamericanos en materia de derechos humanos” responde al objetivo prioritario del Plan Estratégico 2011-2015 de la CIDH sobre la promoción de la observancia de los derechos humanos, el conocimiento del sistema, y la universalización de los instrumentos regionales en la materia; y a los insumos recibidos por parte de actores estatales y no-estatales durante el proceso de reforma de la Comisión entre 2011 y 2013.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia. (Prensa CIDH)