Un total de 591 presos fallecieron en las cárceles venezolanas en 2012, una cifra récord, indicó este jueves el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), días después de que un motín carcelario dejara oficialmente 58 muertos, suscitando la preocupación de organizaciones como la ONU. 

En los 34 centros penitenciarios del país, 591 personas fallecieron y otras 1.132 resultaron heridas el año pasado, frente a los 560 muertos y 1.457 heridos registrados en 2011, según el informe anual del OVP, que desde 1999 lleva un conteo de las víctimas de la violencia en los penales.

Prado criticó que la casi totalidad de los 2.400 presos de Uribana fueran trasladados luego del motín, «aumentando en casi 200% el hacinamiento en otros penales»

En los últimos 14 años, la cifra de muertos totalizó 5.657 y hubo 15.592 heridos, destacó esta ONG.

«Independientemente de los planes que se están impulsando, el número de fallecidos aumentó el año pasado», apuntó en rueda de prensa el director del Observatorio, Humberto Prado, en alusión a los esfuerzos del gobierno, que a mediados de 2011 creó el ministerio de Asuntos Penitenciarios para atajar la crisis carcelaria.

El gobierno no publica informes anuales sobre la violencia carcelaria y el OVP basa sus datos en las denuncias de presos y familiares, informaciones de prensa y comisiones de derechos humanos presentes en los estados del país.

Según su informe, en 2012 las cárceles venezolanas albergaban a 48.262 presos para una capacidad de 16.539, lo que supone un «hacinamiento crítico» de 192%. En la cárcel de Tocorón (norte), la superpoblación, la más alta del país, alcanza 520%.

«La responsabilidad de la reclusión y de la integridad física es del Estado. Con ese excedente, ¿cómo quieren que responda un interno?», criticó Prado.

El 62% de los reos se halla en prisión preventiva, mientras sólo hay un custodio por cada 100 reclusos, cuando los «estándares internacionales» fijan un porcentaje de uno por cada diez, según el OVP.

Prado enumeró los principales problemas a los que hace frente el sistema penitenciario: «El retardo procesal, el ocio – que afecta al 90% de los reos -, la violencia y la (falta de) formación del personal» penitenciario. 

La publicación del informe se da después de que Venezuela viviera una de las peores tragedias carcelarias, cuando un motín, originado durante una requisa de armas en la prisión de Uribana (noroeste), dejó el viernes 58 muertos -todos ellos presos, excepto un guardia nacional y un pastor evangélico-, y 90 heridos, según datos oficiales.

El OVP elevó la cifra de fallecidos a 63, de los cuales identificó a 61, además de 120 heridos. 

Prado criticó que la casi totalidad de los 2.400 presos de Uribana fueran trasladados luego del motín, «aumentando en casi 200% el hacinamiento en otros penales».

«No podemos dedicarnos a cerrar cárceles sin abrir nuevos lugares adonde llevar esas personas», coincidió Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, que vela por los derechos de los presos. 

«Vamos a seguir pasando el problema a otros lugares», advirtió a la AFP.

El gobierno cerró el año pasado dos prisiones y anunció planes para construir ocho centros en 2013. 

La semana pasada, desalojó temporalmente Uribana -la segunda prisión más violenta del país, donde además se hallaron 15 túneles el año pasado, según el OVP -, para reformarla antes de que regresen los presos.

También anunció una investigación sobre la tragedia, de la que hasta ahora ofreció pocos detalles sobre cómo sucedió, y tildó de «apresuradas» las críticas de la ONU sobre el sistema carcelario venezolano.

El portavoz de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, estimó que el motín «refleja un patrón alarmante de violencia en las cárceles», «consecuencia directa de sus malas condiciones», de las que responsabilizó al Estado. 

El informe anual de Human Rights Watch deploró este jueves que las cárceles venezolanas sean de «las más violentas de América Latina». 

Las prisiones del país están controladas en muchos casos por bandas de reclusos fuertemente armados. Según el gobierno, las armas son introducidas a los penales por «mafias».

En 2012, los dos principales motines dejaron 26 muertos en octubre en la cárcel de Yare (afueras de Caracas) y 17 personas perdieron la vida en el Centro Penitenciario de la Región Andina (oeste), indicó el informe del OVP. (Globovisión, 01.02.13)

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