Contexto del Informe Anual del año 2002 sobre los hechos del 11 de Abril de ese año. Algunas citas a destacar:
En febrero de 2002, Provea planteó lo siguiente: “Los problemas de Venezuela no se resolverán con un cambio inmediato de presidente. Por el contrario, una salida abrupta, alejada de la voluntad popular, los profundizaría. Quienes desean la salida de Chávez de Miraflores tienen derecho a trabajar para que esto ocurra […] al tiempo que el deber de ofrecerle al país, para su discusión, proyectos alternativos que permitan combatir la exclusión social y profundizar la democracia. [En todo caso] más importante que las personas que están en el poder, es la capacidad del pueblo organizado para obligar a esas personas a comportarse de manera consistente con los derechos de la población.” 16 .
En el primer trimestre del año 2002, se puso en evidencia que varios de los rasgos autoritarios del discurso gubernamental no eran ajenos al discurso de una buena parte de la oposición. Al respecto, Provea, en un documento que invitaba al país a “envainar la espada y arar por la inclusión social , y señaló: “…en Venezuela ningún sector tiene el monopolio del estilo democrático de acción política. Por el contrario, el riesgo del autoritarismo está presente en los sectores radicalizados de ambos bandos ” 50 .
Las muertes del 11.04.02 están estrechamente ligadas con la ruptura del hilo constitucional ese mismo día. En la versión oficial, esas muertes fueron planificadas como un desencadenante del golpe de Estado. En la versión de la oposición, fueron ordenadas por el gobierno y justificaron una desobediencia militar legítima.
Más allá de esa discusión, sobre la que no tenemos aún elementos de juicio suficientes 54 , existen datos que permiten considerar que los hechos del 11.04.02 configuran un golpe de Estado. Al respecto, resulta útil una tipología utilizada por el politólogo y Director de la Unidad de Ciencia Política de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Juan Carlos Rey, para caracterizar las intervenciones ilegítimas de los militares en la vida política.
Rey señala como uno de los niveles de esa tipología, el que se produce cuando la presión de los militares, para el logro de algún objetivo, es acompañada de “amenazas de una sanción al gobierno civil en caso de no ser complacidos ” 55 . Las amenazas implican ingresar al “terreno ilegítimo de la extorsión o el chantaje” 56 .
Entre las amenazas citadas, se encuentran las de dimisión, retiro de apoyo, anuncio público de desacuerdo y rehusarse a ejecutar sus órdenes. Si la extorsión se hace de manera permanente y logra éxito, aún cuando el gobierno no caiga, se estaría produciendo un golpe tácito 57 .
El siguiente nivel de intervención ilegítima, se da cuando los militares, mediante la violencia o la amenaza de su uso, sustituyen a unas autoridades civiles por otras autoridades civiles 58 .
Ambos niveles de intervención militar ilegítima, se apreciaron claramente los días 10, 11 y 12 de abril y se vinculan con el nombramiento del presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, como Presidente de la República.
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