La descalificación pública que hiciera el ministro de Información, Ernesto Villegas, contra Provea por la publicación de una información que desmentía la quema y destrucción de varios CDI del país sigue teniendo efectos.
Ayer se dedicó una cadena nacional de radio y televisión casi exclusivamente para responderle a la organización que por más de 14 años ha defendido los DDHH, e insistir en que los ataques sí se produjeron.
Marino Alvarado, director de la ONG, recuerda que el tiempo les ha dado la razón cuando han denunciado lo que el poder no quiere que se sepa.
–¿Cómo fue la investigación?
–Se usaron tres fuentes, directas, con personal que trabaja en los centros, pacientes y vecinos de las instalaciones. Se hizo un rastreo a la información dada por medios públicos. Y en tercer lugar, lo enviado por gente que tomó fotografías.
–¿Qué desmienten y qué no?
–En el informe decimos que no es cierto que se hayan quemado los CDI, pero además decimos que 5 CDI tuvieron ataques, que igual condenamos. En algunos se tocaron cacerolas, lanzaron piedras, rompieron vidrios, y en otro estalló un cohetón.
–¿Villegas los llamó?
–Sí, el viernes 19 en la mañana. Le dije que esa era la información que teníamos nosotros y que si él nos enviaba otra complementábamos y lo colocábamos en la página web porque nuestro interés era que se conociera la verdad. Nos preguntó si no habíamos entrevistado a víctimas y le dije que habíamos contactado a distintas personas que dieron información directa, que si él conocía de alguien lo mandara a Provea para atenderlo.
–Si la conversación fue en buenos términos, ¿por qué luego los llamó «retaguardia del fascismo»?
–Él consideró que la nota que se publicó (luego) seguía restándole gravedad a los hechos, a pesar de su llamada.
–¿Por qué investigar?
–Para que se conozca con exactitud qué pasó, sin tergiversar los hechos. El Gobierno habla de los CDI pero no del Hospital de Mérida, que fue atacado por motorizados y allí si hay evidencias.
–La defensora del Pueblo también les acusó de actuar contra sus principios.
–Lamentablemente, no se refirió a las violaciones de DDHH que hubo en el país en esos días, se limitó a desmentir a Provea. Pero algunas de las pruebas que presentó lo que hacen es confirmar lo que dijimos, que hubo ataques pero no quema de centros.
–¿En estos 14 años han sucedido otro tipo de incidentes?
–Esta situación se parece mucho a la que tuvimos cuando el deslave de Vargas y denunciamos que la Disip y el Ejército estaban deteniendo y asesinando personas. El propio presidente Chávez rechazó que en medio de la tragedia se hicieran este tipo de denuncias, pero 20 días después, ante las contundentes demostraciones e informes públicos, reconoció que teníamos razón. En 2009 denunciamos que la Misión Barrio Adentro estaba en una situación de crisis. La respuesta inmediata del Gobierno fue que había que lanzarle zapatos a Provea. Meses después, Chávez reconoció que el programa necesitaba un relanzamiento.
–¿Cree que se dará el derecho a réplica en los términos que pidió Provea?
–Ya la respuesta está de parte del Gobierno. Ratificamos la voluntad de dialogar, pero si se quiere diálogo tiene que haber condiciones mínimas de respeto.
–¿Hasta ahora ha peligrado la vida de alguien de Provea?
–No. Han buscado desvalorizar nuestro trabajo a través de redes sociales y publicaciones. Incluso el ministro Elías Jaua sacó un artículo descalificándonos. (Keilyn Itriago Marrufo, Tal Cual, 24.04.13)