“El hombre armado atrae la codicia del delincuente. Cuanto más poderosa es el arma que lleva encima, mayor es el riesgo que corre”, sostienen Antonio Rangel Bandeira y Josephine Bourgois en su obra “Armas de fuego: ¿Protección o riesgo?”

 

Un funcionario policial fue ultimado cuando llegaba a su casa en Catia para robarle su arma de reglamento: “…Un individuo que ni siquiera le permitió voltearse para verlo le dio cuatro tiros por la espalda, le quitó el arma de reglamento Pietro Beretta 9mm y se fue. Ni siquiera se llevó su cadena o su esclava de oro” (El Nacional 12/03/2012, pág. 8). Lamentablemente, este tipo de hechos en los cuales se mata una persona, sea policía o civil, para quitarle un arma es mas común de lo que podemos imaginar. “El hombre armado atrae la codicia del delincuente. Cuanto más poderosa es el arma que lleva encima, mayor es el riesgo que corre”. (1) Esto, sin duda, cuestiona la creencia que tienen algunas personas de que al estar armadas van a estar más seguras. ¿Qué dicen los especialistas? Para el sociólogo Antonio Rangel Bandeira, coordinador del Programa de Control de Armas de la ONG Viva Río, en Brasil, existen mitos que pretenden justificar la tenencia de armas por parte de civiles.

MITO UNO

 

“El arma de fuego es la mejor y más eficiente forma de un ciudadano de defenderse de un asaltante”

 

El padre de familia puede sentirse obligado a armarse, tomar clases de tiro y prepararse para lo que considera lo que es su deber: proteger su hogar. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en el asalto a mano armada juega un papel determinante el denominado “factor sorpresa”. Es necesario considerar que la iniciativa de acción es del asaltante, quien obviamente escogerá el momento propicio y las mejores condiciones para actuar. Esto lo coloca en una apabullante superioridad frente a la víctima, quien será sorprendida por el ataque. “Frente a un arma de fuego apuntándole, no representa ninguna ventaja para la víctima ser buena tiradora, pues un arma dispara en fracciones de segundos, sin dar tiempo a que se use otra arma de manera defensiva, por más que se la tenga cerca”, señala Rangel Bandeira. Además, debemos tomar en cuenta que la legislación de varios países, que permite tener armas, exige una serie de precauciones para evitar los accidentes, principalmente con niños o niñas curiosas, familiares depresivos o encolerizados. Por ejemplo, mantener el arma sin municiones, ambos elementos guardados por separado en cajas o armarios cerrados; las armas preferentemente trabadas con candados en el gatillo. Ahora bien, si se toman todas estas precauciones nos preguntamos: ¿en caso de asalto, el propietario del arma va a tener tiempo de buscarla, destrabarla, ponerle las municiones, gatillarla y disparar contra el agresor, antes de que él sea quien ataque? O bien, en el caso de quien mantiene el arma cargada, lista para disparar y en un lugar de rápido y fácil acceso, como por ejemplo en la mesa de luz o en la gaveta del auto, cómo nos aseguramos de que no va ser usada por el marido borracho o la esposa celosa, o descubierta por el hijo alterado o la hija desquilibrada que piensa en el suicidio, o por el nieto curioso o por el asaltante en busca de cosas para robar.

 

MITO DOS

 

“Hay que prepararse para enfrentar al delincuente”

 

Por más que los ciudadanos y las ciudadanas se preparen, van a estar en desventaja; pues mientras el asaltante no duda en disparar contra quien reaccione, quien, en cambio, no está familiarizado o familiarizada con la idea de matar a otro ser humano puede vacilar y esto le dará al asaltante el tiempo necesario para disparar primero. Además, tal como añade Rangel Bandeira es preciso también considerar que el delincuente no actúa solo, sino con cómplices, y aunque la reacción inicial de la víctima sea exitosa, podría ser respondida por un tercero.

 

MITO TRES

 

“Los buenos siempre ganan”

 

Este mito alimentado por el cine y la TV hizo que generaciones enteras crecieran viendo en las pantallas cómo el héroe justo y bueno siempre respondía con éxito a las agresiones de los malos. Esta fantasía es poco frecuente en la vida real y en la dura realidad “quien responde, muere”.

 

MITO CUATRO

 

“Usaré el arma como último recurso”

 

Una persona cuidadosa piensa: “si fuera posible, usaría un arma contra el asaltante, pero si resultase arriesgado, no”. Pero cuando un delincuente ataca el automóvil o ingresa a la vivienda para robar revisa en los lugares en los que probablemente pueda encontrar dinero y otros bienes y va a encontrar el arma del dueño de casa. Al encontrarla, como es previsible, el asaltante estará convencido en si se distrae esa arma va a ser usada en su contra, por lo que decidirá usarla primero y termina disparando contra el dueño o la dueña del arma. “Esto es lo que pasa con mayor frecuencia, según los policías que entrevistamos en Brasil, Uruguay, Colombia y Jamaica. Nos encontramos aquí con una trágica paradoja: un arma, adquirida para defender a la familia, terminará volviéndose contra ella”, añade el coordinador de la ONG Viva Rio.

 

MITO CINCO

 

“Las casas con armas alejan a los delincuentes”

 

¿Sabía usted que una de las razones de los asaltos a empresas y domicilios es el robo de armas? Según datos oficiales del FBI “…en 14% de los asaltos domiciliarios, en la casa donde fue robada un arma, ese fue el único bien robado” (1).

 

Por todo lo anteriormente expuesto, apoyamos 100% el control de la proliferación de armas, que en nuestro país se está dando a través de medidas especiales anunciadas por el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, propuestas por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, como la prohibición de nuevos portes de armas durante un año; la suspensión de la importación y comercialización de armas de fuego, municiones y todo tipo de accesorios relacionados con armas de fuego durante un año; y los operativos especiales de registro y actualización de portes de armas en todo el territorio nacional puesto que a menos armas, menos asesinatos.

 

Fuentes consultadas:

 

* (1) Antonio Rangel Bandeira y Josephine Bourgois. Armas de fuego: ¿Protección o riesgo? Guía Práctica. Foro Parlamentario Sobre Armas Pequeñas Y Ligeras.

 

* Pablo Fernández Blanco. Legal o ilegal, toda arma mata. El Universal. 3/10/2011.

 

Peligro se incrementa

 

“Comprada para el uso en autodefensa, un arma guardada en casa aumenta el peligro para la familia: esas personas tendrán cuatro veces más posibilidades de resultar heridas accidentalmente; además, dichas armas tienen 7 veces más posibilidades de ser usadas en asaltos u homicidios y 11 veces de ser usadas en tentativas de suicidios”.

 

Pablo Fernández, coordinador de la Red de Apoyo por la Justicia y a Paz, y secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme

 

 

Una respuesta

  • Excelente! Y cual es la sugerencia para una persona que esta actualmente armada y desea dejar de estarlo? El estado compra el arma? tiene que esconderla? destruirla? Cual es el mecanismo por el cual actuales propietarios de armas pueden dejar de estar armados sin perder su inversión y asegurar que su arma no sea usada en crímenes?

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