Es difícil para cualquier persona que está conforme con su género, entender lo que vive cada día un transexual. Levantarse, mirarse al espejo y ver que se está en el cuerpo equivocado, es un debate físico, mental y sentimental muy fuerte. Esto es lo que vive cada día un Transexual. Un transexual es un individuo que está convencida o convencido que pertenece al género opuesto al que nació.
Pocas personas en su completo juicio escogerían voluntariamente vivir sometidos a un gran dolor de por vida, o vivir en un cuerpo que está completamente divorciado de su mente, donde sus genitales no representan en ninguna manera lo que son. Como lo expresa “Estrella”, una transexual que forma parte del Frente Revolucionario de Transexuales del Distrito Capital: “Yo nací con esto -señalando sus genitales- pero si tuviese la plata me lo cortara mañana mismo (…) Me lo toco sólo para hacer pipí y lavarlo. Para más nada”.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición lo define de la siguiente manera:»son mujeres que se sienten atrapadas en cuerpos de hombre, y hombres que se sienten atrapados en cuerpos de mujer, sin trastornos psiquiátricos graves que distorsionen la percepción de la realidad, que necesitan ser aceptados social legalmente en el género elegido».
En Venezuela según las organizaciones de Lesbianas Gays Bisexuales Transexuales e Intersexuales conocidas como (LGBTI), estiman que entre un 5 a 12% de la población total de país pertenece a alguna de estas minorías. Pero al buscar cifras oficiales no se cuenta con la más mínima investigación de este tema, ni en Caracas y en otras partes del territorio nacional.
Leyes Venezolanas
En la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 21, no permite «discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona», pero en la práctica esto no se cumple.
Como lo asegura Tamara Adrián, abogada, profesora universitaria, desde 2002 con una reasignación de sexo (cambio del aparato genital al sexo opuesto) en Tailandia. Es la primera persona en Venezuela que pide ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el reconocimiento de su identidad, pues legalmente presenta el nombre de Tomás Adrián:
“Cuando las instituciones públicas protejan todo cambiará, mientras estas instituciones no sean lo suficientemente coherentes en su labor de defensa de los Derechos Humanos, pues simplemente será igual que el intento de vencer el racismo sin leyes que den la igualdad por la raza, o vencer el sexismo sin leyes de los Derechos de la mujer. Hasta que no exista el marco jurídico completamente claro sobre el tema de la diversidad sexual y de género no se erradicará la exclusión y la homotransfobia”.
Exigencias de los grupos LGBTI
Adrián, al igual que diferentes representantes de los colectivos LGBTI, propone múltiples acciones concretas para el completo goce de los Derechos de la comunidad transexual y de todas las minorías sexuales y de género.
En primer lugar modificar en la Ley Orgánica de Registro Civil, a través de un artículo donde se le de los mismos Derechos a las parejas del mismo sexo, como los tienen las parejas heterosexuales. Esto va desde la repartición de bienes, hasta el reconocimiento ante la sociedad como una unión estable. También en esta misma ley conceder en Derecho de identidad integral de la personas, esto quiere decir, que cada individuo pueda cambiarse el nombre de acuerdo a su apariencia física o su estado de género.
En segundo lugar, exigen a la Asamblea Nacional que se le de aprobación inmediata a la Ley Orgánica para la Equidad e Igualdad de Género y que en esta se tomen en cuanta aspectos laborales, sociales y civiles de estas minorías. Adrián expresa esta petición de la siguiente manera: “Crear un artículo, donde la diputada Marelis Pérez Marcano, de la Comisión de Familia Mujer y Juventud de la AN se ha negado rotundamente, relacionado con orientación sexual y de género y la no discriminación en las áreas laborales, educativas, de acceso a la salud y en general las áreas que tienen que ver con el desempeño de la personalidad de cualquier ser humano. Todo esto es muy sencillo, pero debe haber disposición por parte del Estado”.
Además, proponen cambios en el pensum educativo de nuestro país, enfatizando que se debe enseñar en las escuelas desde los primeros gradaos, los Derechos a la libre orientación sexual e identidad de género, como lo expresa Yonathan Matheus, Director General de la asociación civil Venezuela Diversa: “debe ser una educación inclusiva, donde no se excluya y se estigmatice a las personas, y en este caso a los jóvenes por sus tendencias sexuales”.
En cuanto al tema Salud, exigen que el Estado asuma los costos de la reasignación de sexo de las personas transexuales, por tratarse –declarado por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría- como una condición de salud. Se debe tomar en cuenta que en muchos países la reasignación se cubre a través de la seguridad social, porque forma parte del derecho a la salud.
¿Discriminación?
Por no aparecer en ninguna legislación el respeto a la orientación sexual y a la identidad de género en espacios laborales, se siguen presentando casos de despidos injustificados o no admisión de personas en diversos trabajos, siendo este un incumplimiento de la Ley Orgánica del Trabajo, que reza que no se puede discriminar por orientación sexual.
El gran problema es la falta de denuncia por parte de las personas, que han sido víctimas de estos abusos laborales, en muchos casos por miedo a represalias o por falta de confianza en las instituciones del Estado.
Tampoco se pueden olvidar los maltratos policiales que son víctimas los miembros de la comunidad LGBTI día a día, que no pasan más allá de las denuncias, por los grandes intereses o círculos de poder que rodean a los cuerpos policiales.
Matehus agrega, refiriéndose a las personas LGBTI: “Todos se deben unir a la lucha, es la lucha por sus Derechos Humanos, si no tomamos la tarea de exigir al Estado Venezolano que garantice nuestra inclusión en el ornamento jurídico, en las políticas públicas y en los programas sociales que actualmente se están llevando a cabo, el Estado no va a tomar la iniciativa…debemos salir a la calle, visibilizar y denunciar los niveles de exclusión a los cuales estamos sometidos como grupo vulnerable”.
Respuesta del Estado
La principal disposición que se ha dado por parte de los organismos del Estado es la inclusión en el Proyecto de Ley Orgánica para la Equidad e Igualdad de Género de aspectos concernientes al tema de los colectivos LGBTI. Una de sus principales defensoras dentro de la AN es la Diputada Romelia Matute, que realizó una propuesta donde se permitirá que dos personas del mismo sexo puedan unirse legalmente y que esto tenga efectos jurídicos y patrimoniales, permitiéndoles compartir apartamentos y otros bienes, y que -en caso de muerte o separación- tengan los mismos derechos que una pareja heterosexual.
Después de esta propuesta muchas fueron las reacciones, tanto de la iglesia católica como de otros miembros de la AN, como la diputada Marelis Perés Marcano, que negó en una rueda de prensa que se hubiese discutido. Luego de esto, esta ley ha quedado en el olvido. Al intentar ser consultada la Diputada Matute, sobre este tema en la AN. No hubo respuesta a múltiples llamadas y visitas a las instalaciones del órgano legislador.
Por otro lado la Defensoría del Pueblo anunció en febrero de este año la creación de la Defensoría Especial sobre Diversidad Sexual que tendrá entre sus atribuciones no solo la promoción de los derechos humanos protegidos constitucionalmente de este grupo vulnerable, sino también la ejecución de investigaciones y estudios sobre su situación social y legal.
Otro aspecto importante que se debe resaltar en los avances que ha hecho en esto, es la creación durante el mandato de Juan Barreto en la Alcaldía mayor de la oficina de gays y lesbianas de la Alcaldía Mayor.
A pesar de estos avances Tamara Adrián acota: “La discriminación por parte del Estado se evidencia en varios puntos, la no tramitación de las denuncia por casos de violencia, la no tramitación judicial de las solicitudes que se hacen para el reconocimiento de Derechos para evitar la discriminación”
Las cartas están echadas, sólo falta disposición por parte de los jugadores para llegar a un final feliz. Unos deben respetar los Derechos fundamentales de los seres humanos otros deben visibilizar su situación y dejar el miedo: “El closet es el seguro de muerte de tu alma” Tamara Adrián.
Texto: Valentina Pacheco
Entrevistas: Valentina Pachecho y Federico Zaá
Foto: Federico Zaá
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