CONVENCIÓN. HOY SE CELEBRAN 23 AÑOS DEL DECRETO DE LA ONU PARA PROTEGER DERECHOS DE LA NIÑEZ

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La defensa por los derechos de niños, niñas y adolescentes debe entenderse como una responsabilidad en cada acción cotidiana, más allá de una declaración universal adoptada por ley.

Pero en el día a día, 70% de los padres manifiesta estar de acuerdo y utilizar la violencia física para corregir a sus hijos, según encuestas realizadas por Cecodap en aproximadamente 100 escuelas.

Misle observa que han incrementado los casos de familias que se tornan violentas y toman la justicia por sus manos

A propósito del 23° aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño firmada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y países firmantes, en Venezuela, la niñez sigue vulnerable a la violencia tanto fuera como dentro del hogar.

Castigo y maltrato. Una de las preocupaciones que enfatiza Oscar Misle, director de Cecodap, y que también ha sido objeto fundamental de divulgación de las campañas de Unicef es visibilizar los límites entre castigo y maltrato.

El maltrato está penado por la Ley Orgánica de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Lopna) en el artículo 32 (numeral A), pero el castigo físico aún está legitimado socialmente como una forma de educación, lo que permite que a muchos padres se les vaya la mano, como se dice popular (y literalmente).

Las instituciones que conforman el sistema de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes crecen y se especializan cada vez más, pero los casos también se reproducen ante los escritorios de los órganos receptores de denuncias.

En el informe Somos Noticia 2011 realizado por Cecodap se registraron 125 casos de negligencia familiar, 48 casos de maltrato infantil, 31 filicidios (padres que asesinan a sus hijos), más seis intentos, y 14 homicidios por un familiar.

Un señalamiento del Informe anual 2011 presentado por la Defensoría del Pueblo (capítulo sobre Derechos de NNA) refiere que el comité a cargo “reconoce que pese a los esfuerzos realizados por los gobiernos y otras instancias para prevenir y combatir la violencia, las iniciativas resultan insuficientes”.

“No somos optimistas”, sentencia Misle y afirma que a diario reciben dos solicitudes de centros educativos con situaciones de violencia.

Sor Ángel Rodríguez, psicóloga y especialista en terapia familiar, indica que ha observado un incremento significativo de consultas de casos violentos, como víctimas y victimarios, especialmente en adolescentes. Y más aún aparecen casos en los que niños y adolescentes sufren de depresión o manifiestan actitudes sociopáticas.

“Independientemente de la creación de más instituciones no están respondiendo porque hay una sociedad que se está comportando de manera violenta, en una cadena de lo macrosocial al microsistema familiar”, asegura Rodríguez.

La psicóloga expresa que se refleja desde edades tempranas: “El niño es el síntoma de una enfermedad familiar. Es un indicador de que algo no está bien”. Misle observa que han incrementado los casos de familias que se tornan violentas y toman la justicia por sus manos, en vista de la falta de respuesta de la escuela para atender el acoso o agresiones y su foco se mantiene en los centros de educación. (Conflictove, 20.11.12)

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