Trabajadores de la Unidad de Acción Sindical y Gremial presentes en el Consejo de Administración de la entregaron las pruebas que demuestran el incumplimiento del gobierno nacional a todas las recomendaciones que ha hecho este organismo para solucionar la crisis que se registra en Venezuela en materia de derechos laborales.
Roger Palacios, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores del área de Alimentos, informó que estas pruebas ayudaron a que la OIT admitiera la solicitud de enviar una comisión de encuestas al país, que se encargará de venir a Venezuela a evaluar lo que ocurre en el país. “Se trata de una medida drástica, que solo se ha aplicado tres veces en América Latina y 11 a nivel mundial en los cien años que tiene este organismo de fundado”, detalló.
Sin embargo, el sindicalista agregó que en el mes de marzo se conocerá la decisión final de la OIT, pero hizo un llamado al gobierno nacional “para que terminen de entender que los problemas se resuelven en casa y que es lamentble que se haya tenido que acudir a organizaciones internacionales para que el Ejecutivo escuche a la clase trabajadora”.
Denuncias
Para el coordinador de UNETE “hoy más que nunca se persigue a la clase obrera, se prohibió la protesta violentando nuestras libertades y existe una injerencia de las instituciones del Estado en asuntos sindicales, incluyendo al CNE, cuerpos de seguridad y hasta la Asamblea Nacional”.
A su juicio, el gobierno nacional en su afán de perseguir a la empresa privada “está dejando en la calle a más de 10 mil trabajadores”. Denunció que no hay flujo de divisas para importar materia prima e insumos que permitan la reactivación por lo que los trabajadores acudieron al Consejo de Administración de la OIT a apoyar medidas que obliguen al Gobierno venezolano a cumplir con los derechos fundamentales.
También presentaron documentos y pruebas demostrando que en las actividades realizadas por los trabajadores son acosados por el viceministro de Trabajo, Menry Fernández, quien les señaló que hacer estas denuncias en la OIT se trataba de un acto de traición a la patria. “Necesitamos que el gobierno responda a las exigencias de los trabajadores y nos cumpla. Podremos salir de esta crisis respetando los convenios internacionales y siguiendo las recomendaciones de los organismos de control. Además de activar un verdadero diálogo social entre gobierno, sector privado y trabajadores”.
Otra de las denuncias que fueron expuestas en la OIT es la intención por parte del Ejecutivo de no permitir la entrada ni la presencia de los dirigentes sindicales en las discusiones del contrato colectivo de diferentes empresas de Venezuela.