En este mundo tan fragmentado, lleno de partículas de problemas que no se integran, es difícil ver el bosque para entender las causas y consecuencias que permitan planificar las acciones para encontrar soluciones. Esa realidad no está ausente en Venezuela. Hay quienes investigan, sustentan y defienden los derechos humanos, y lo hacen bien; hay quienes identifican los problemas de salud y recomiendan acciones, y lo hacen bien; hay quienes se dedican a medir el impacto de la actividad humana en el ambiente, y también lo hacen bien.
Pero eso de sentarse a ver el bosque, de identificar plataformas y espacios para entender que el desarrollo requiere interrelaciones, no es común. Por ello cuando uno tiene la posibilidad de estar en un solo lugar donde se integran los problemas y las soluciones, termina con una mezcla esquizofrénica de tristeza y esperanza. Es decir termina como se termina en cualquier lectura seria de este país que se llama Venezuela.
Geólogos, biólogos y médicos, todos venezolanos, todos preocupados, coincidieron en el foro “Minería, Ambiente y Salud” en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, a partir de una convocatoria de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat.
Escuché las exposiciones de 6 profesionales: Dr. Franco Urbani, Ing. Noel Mariño, Dra. Tina Oliveira-Miranda, Dr. Antonio Machado-Allison, Dr. Oscar Noya, Dra. María Eugenia Grillet. Transcribo algunos datos que espero le permitan entender este complejo problema, sus inicios y los motivos que nos tienen donde estamos.
Aquí voy:
- De los países amazónicos (Colombia, Perú, Bolivia, Brasil y Ecuador), Venezuela es el único en el cual la deforestación ha venido incrementándose en su amazonía.
- La tasa de deforestación en la Amazonia venezolana acumulada hasta el año 2000 era de 2,2%, que equivalía a 8.900 kilómetros cuadrados. Entre 2000 y 2015 la tasa de deforestación es de 3,3%. Es decir en los últimos 15 años la desforestación en Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro ha sido superior a la acumulada en toda la historia previa.
- El mercurio es un elemento utilizado para la minería de oro. Sin embargo está prohibido no solo su uso, sino su importación. Pero el mercurio llega adonde debe llegar.
- La contaminación por mercurio no es reversible. Cuerpos de agua, plantas, animales y finalmente los seres humanos lo acumulan. Los hombres (y también las mujeres, aquí también aplica la igualdad de género) al estar en la cadena alimenticia se van envenenando lentamente. Pero los mineros, y sus hijos cuando se bañan en lagunas resultantes de la extracción de oro, se exponen aún más a la contaminación por inhalación y contacto.
- La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece toda la base legal necesaria para la protección de la salud de las personas y los ecosistemas. Allí están los derechos sociales, ambientales y especialmente de las comunidades indígenas a partir de los cuales se debería regular o prohibir la actividad minera en el territorio. Junto a la CRBV están las leyes que se requieren.
- En torno a la actividad minera ilegal también están presentes los “pranes”, bandas ilegales que dominan el negocio y sus ramificaciones.
- ¿Por qué ha aumentado la actividad minera ilegal? En los últimos años ha incrementado el precio del oro, y junto a ello ha habido una disminución de la actividad de Minerven, empresa con 100% de capital del estado venezolano.
- Antes, solo se movilizaban los hombres a los centros de minería, pero en los últimos tiempos toda la familia se desplaza y así se expone a la contaminación mercurial, a la malaria y otras enfermedades.
- En este período de mayor oportunidad para su crecimiento dado los precios del oro, Minerven produce menos y tiene más empleado. Resultado: una empresa quebrada.
- Existe una alta correlación entre malaria y precio del oro; y del precio del oro con el incremento de la minería ilegal. Así, la minería ilegal es uno de los factores que explica el incremento de la malaria.
- Cerca del 80% de los casos de malaria se encuentran en el estado Bolívar, pero no en cualquier parte. Dentro de ese porcentaje la mayoría de los casos están concentrados en el Municipio Sifontes, y en este en poblaciones mineras como Las Claritas.
- El número de casos de malaria se ha incrementado de uno 15 mil en 1999 a cerca de 90 mil en 2014.
- El doctor Oscar Noya, del Instituto Medicina Tropical en Universidad Central de Venezuela, cerró su exposición haciendo referencia a sus contactos con el primer ministro de Salud del gobierno de Hugo Chávez, el Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa. Hizo mención a dos encuentros, uno en Carnaval y otro en Semana Santa y luego mostró dos párrafos de la carta que le envió en diciembre de 1999. Con contundentes palabras le expresó los errores de la gestión que empezaba en el abordaje de la malaria y le expresaba recomendaciones concretas. La carta iba con copia a Chávez y a Luis Fuenmayor Toro, otro funcionario del gobierno del momento. Obviamente no le hicieron caso (quería escribir «no le pararon bola»).
Seguramente Ud., al igual que yo, ignoraba muchas de las cosas que estos especialistas dijeron. Pero es imposible que todos los Ministros, Vice ministros, Directores, Jefes, y demás funcionarios altos y medios de los últimos 16 años no hayan visto, leído o escuchado sobre estos problemas, de manera aislada o integrada.
Es difícil para mí poder entender excusas que intenten explicar por qué se permitió llegar a este punto.
Sin embargo, estoy seguro de que estos especialistas y muchos otros tienen propuestas concretas para revertir esta situación. Pero se necesita de gente que quiera escuchar, y actuar; escasos, muy escasos en este momento. Parece que tendremos que CREAR (no solo esperar) mejores momentos.
Amig@s: externalidades positivas de la vida
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