En los últimos días hemos podido observar un repunte de las protestas.
Pareciera que no existieran mecanismos de mediación o por lo menos no están funcionando y los ciudadanos están recurriendo a ellas como primera forma de reclamar sus derechos y quejas.
En Táchira, un grupo de vecinos de Cuesta del Trapiche intentó tumbar un puente como forma de llamar la atención a las autoridades sobre las condiciones de la vialidad.
En Mérida, una protesta de ciudadanos que pedían vivienda en el Municipio Tulio Febres Cordero, trancando la carretera Panamericana, terminó en batalla campal cuando intervinieron las fuerzas represivas conformadas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el grupo anti motín de la Policía del estado Mérida.
Se registraron heridos y hubo varias personas detenidas.
Pero no todas las protestas tuvieron ese cariz , la mayoría de ellas se desarrollaron de una forma pacífica, aunque eso no quiere decir que las protestas, para ser pacíficas, tengan que ser silenciosas, en las aceras, o con permisos concedidos por las autoridades.
Por ejemplo, en el Terminal de Pasajeros de la ciudad de Valera, en Trujillo, armaron lo que los diarios de la región calificaron como «una tángana» para protestar contra la falta de pasajes, debido a la alta demanda por la temporada vacacional.
Vimos también protestas de Consejos Comunales, por ejemplo en Trujillo, o de vecinos reclamando por tres meses sin recolección de basura en Las Brisas de Charallave, en Miranda.
En Maracaibo, Zulia, los choferes del Oeste tomaron las calles en protesta contra la vialidad y la inseguridad.
En Monagas, milicianos del Plan Pico y Poda protestaron por despidos injustificados y exigiendo pagos.
En Mérida, bomberos y policías jubilados y pensionados reclamaron por sus prestaciones y otras deudas pendientes.
En Bolívar, Bolívar Trabajadores de la construcción trancaron la carretera nacional a la altura de Macapaima para rechazar el incremento de 75%.
Esta es una muestra de las diferentes protestas que se presentaron durante la semana pasada, en muy diferentes partes y por muy diferentes motivos.
Pareciera que la tendencia es al aumento en número, pero también en cuanto a las causas que las provocan. El gobierno tiene que poner ojo en esta situación.
Una cosa es que las protestas estén, como están, atomizadas, sin aparente coordinación entre ellas y otra es que estén sin conducción. Quienes protestan saben que tienen derechos y saben que la protesta es una efectiva forma de llamar la atención para resolver sus problemas. Seguirán haciéndolas.
Estado Bolívar
El gobierno tiene que sincerar su diálogo en las mesas de negociación y debe cumplir los acuerdos.
Los trabajadores de CVG Minerven anunciaron el cese del paro que duró 55 días y esperan que la inspección realizada por la comisión presidencial sirva para darles respuestas lo antes posible.
En Sidor, avanza la aprobación de las claúsulas de la contratación colectiva sin el acuerdo de todas las partes.
Presa por protestar
En Barquisimeto, Yuly Durán, enfermera del Hospital Pastor Oropeza del IVSS, se encadenó el pasado miércoles en la puerta del Hospital para mostrar su desacuerdo con su destitución del cargo que desempeñaba.
Fue detenida por la Policía Nacional y el jueves en la mañana la trasladaron a Tribunales, donde le realizaron una audiencia sin la presencia de sus abogados.
El Sindicato del IVSS anuncio que continuarán con las denuncias contra la directora del hospital por acoso laboral que viven todos los trabajadores: médicos, enfermeras, camareras, personal administrativo y otros.
Mala Salud
Aunque este sector firmó su contrato recientemente, varios han sido los acontecimientos que han hecho movilizarse a sus trabajadores.
Sectores de trabajadores dicen que es un contrato patronal, firmado por las facciones oficialistas, e insisten en el aumento de salario, el bono indemnizatorio y la homologación de la jubilación, y anuncian que seguirán luchando por esas reivindicaciones.
La semana pasada fue asesinada por unas pacientes una enfermera que cumplía su guardia en la Maternidad Concepción Palacios, en Caracas, hecho que provocó protestas de sus compañeras exigiendo seguridad.
En el Hospital Clínico Universitario fueron agredidos físicamente trabajadores del sindicato que colocaban pancartas con reivindicaciones.
Según testimonio que dieron a la prensa y en la Fiscalía, a donde acudieron a poner la denuncia, los responsables serían grupos armados que responden a la dirección del hospital.
En paralelo, representantes de los sindicatos de la salud y del gremio médico pidieron la semana pasada la declaratoria de emergencia en dicho sector.
Son múltiples las denuncias de mal funcionamiento del sistema de salud pública en Venezuela.
Desde la falta de funcionamiento de unidades de radioterapia en importantes hospitales hasta la restricción de cirugías electivas, pasando por la falta de insumos médicos, de alimentación, de personal e inseguridad, entre otros.