Un 26 de julio del 2011 el para entonces Presidente de la República Hugo Chávez Frías, creaba el Ministerio para el Servicio Penitenciario motivado a “Que la situación carcelaria en nuestro país justifica la creación de un nuevo Ministerio para la atención integral de los penitenciarios, que pueda atender el área de las cárceles y centros de retención de ciudadanos privados de la libertad”.
Este nuevo ministerio nace entre otras cosas para “Diseñar, formular y evaluar políticas, estrategias, planes y programas, regidos por principios y valores éticos, destinados a garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos fundamentales de los procesados y procesadas, penados y penadas, así como procurar su rehabilitación y mejorar sus posibilidades de reinserción en la sociedad” así mismo este ministerio debe “Brindar un servicio penitenciario en forma eficiente y eficaz, que garantice a los procesados y procesadas, penados y penadas, y a las adolescentes y los adolescentes en conflicto con la ley penal, las condiciones y herramientas necesarias para el desarrollo de sus potencialidades y capacidades, con el fin de mejorar sus posibilidades de reinserción en la sociedad, con estricto apego y observancia a los derechos humanos”. Para dirigir este nuevo ministerio fue designada la hasta entonces Diputada a la Asamblea Nacional y abogada María Iris Varela.
Cuatro años han pasado desde la creación del Ministerio Penitenciario que evidentemente tenía como antecedente inmediato los hechos ocurridos en las cárceles Rodeo I y II, donde los reclusos mantuvieron el control absoluto de la cárcel por 27 días, obligando al gobierno nacional a negociar con los líderes de la revuelta, que mantuvieron la atención del mundo en nuestras cárceles, en tal vez el episodio más vergonzante de la historia penitenciaria en Venezuela y que amerito una movilización militar jamás vista para una situación carcelaria.
No se puede negar que este ministerio que nacía, cargaba encima los graves problemas que ya existían desde mucho antes como son: Hacinamiento, retardo procesal, ocio, tráfico de armas, drogas y alcohol, deterioro absoluto de la salud y el más importante un sistema penitenciario controlado en su totalidad por los reclusos, organizados a través de un líder negativo llamado “Pran”.
Cuatro años después la situación no ha cambiado, el Ministerio Penitenciario se ha convertido en un despacho de mentiras y engaños que no ha logrado superar los problemas del pasado, a pesar que nos vendan la idea completamente falsa de unas cárceles con régimen, bajo el control del Estado y donde forma parte un 90% de la población penitenciaria del país que según el mismo Ministerio penitenciario es de 49.500 reclusos que acatan este régimen, de un aproximado de 55.000 personas privadas de libertad.
Solo para dar un ejemplo de las mentiras del Ministerio para el Servicio Penitenciario tenemos que la Penitenciaria General de Venezuela en el estado Guárico y la Cárcel de Tocorón en Aragua, que con una capacidad de menos de 1000 reclusos cada una, hoy en día se albergan dentro de ambas más de 25.000 privados de libertad, más del 30% de la población penitenciaria del país, con estas cifras es imposible que el 90% de los reclusos funciona bajo un supuesto nuevo régimen penitenciario.
El hacinamiento sigue siendo de alrededor del 200%, con 55 mil reclusos solo tenemos capacidad para albergar 19 mil, es decir están sobrando 36 mil, a pesar de los constantes ofrecimientos de la Ministra Varela de inaugurar nuevas cárceles, llegando a ofrecer a comienzos de su gestión una en cada estado del país solo para procesados y contar con un Decreto de Emergencia a la Infraestructura Carcelaria dictado por el ex Presidente Chávez en octubre del 2012, esto no se ha cumplido, tan solo ha logrado inaugurar unos cuantos espacios con muy poca capacidad, que es muy distante de las promesas hechas.
El “Plan Cayapa” creado para combatir el retardo procesal que en la actualidad supera el 60% de la población penitenciaria, ha sido un fracaso y no ha resuelto el grave problema que esto representa a esto le sumamos que las mafias carcelarias y la violencia intramuros siguen operando a su antojo, los reclusos siguen teniendo el control de los más importantes recintos carcelarios del país y durante la gestión de la Ministra Varela más de 2000 reclusos han fallecido víctimas de la violencia intramuros.
Por si todo esto fuera poco, el Ministerio para el Servicio Penitenciario sigue sin cumplir con lo establecido en la Constitución Nacional en su artículo 272 donde, entre otras cosas, se establece que los recintos carcelarios deben ser descentralizados y a cargo de penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias, a pesar que la titular del Ministerio Penitenciario fue una de las redactoras de esta norma, ese despacho se niega a cumplir con la carta magna.
Con estas condiciones, es muy difícil el celebrar un Feliz Cumpleaños…