Habrá que imaginársela entonces: una entrevista de un alto dirigente del PSUV y un ministro del actual gobierno, con un periodista tipo Roberto Giusti, José Vicente Antonetti o Vladimir Villegas, en un canal de TV no gubernamental, sobre el tema de las decisiones de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte IDH) en casos relacionados con Venezuela. Sabemos que no es posible porque los autodenominados revolucionarios, ante una orden venida del Olimpo, como los niños malcriados le dijeron a esos medios: «¡No te hablo más!». Suponemos entonces que la entrevista sería más o menos así:
Periodista: ¿Cómo entender la actitud del gobierno de no reconocer la validez de la sentencia de la Corte IDH en el caso de la inhabilitación política a Leopoldo López?
Dirigente PSUV: ¡Usando la lógica! El gobierno revolucionario no puede aceptar que entes extranjeros sin competencia para ello pasen por encima de las instituciones bolivarianas de Venezuela…
Periodista: Pero el caso es que la Corte IDH sí tiene competencia en este caso, porque Venezuela firmó en 1969 la Convención Americana de los Derechos Humanos, y la ratificó en 1977; en ella el derecho a ser elegido se considera como un derecho humano… Y la Corte IDH puede juzgar en casos en que se haya violado ese derecho…
Ministro: Bueno, bueno… pero eso fue antes de la Constitución del 99 y la revolución… y las cosas cambian ¡No podemos aceptar intervencionismo extranjero, hay que defender nuestra soberanía!
Periodista: Pero, ministro… la misma Constitución del 99 dice en su artículo 23 que las convenciones sobre derechos humanos firmadas y ratificadas por Venezuela tienen jerarquía constitucional y son de aplicación inmediata por todos los órganos del Estado… entonces el CNE debe cumplir la sentencia de la Corte IDH, sin necesidad de esperar que el TSJ se lo indique. La Convención Americana de Derechos Humanos está por encima de cualquier ley, eso lo ordena el artículo 23 de nuestra Constitución…
Dirigente PSUV: Eso es lo que ustedes, los periodistas de medios oligárquicos y disociados no entienden… ¿Cómo van a estar por encima de nuestras instituciones revolucionarias decisiones tomadas y pagadas por el imperialismo en Washington? Esto forma parte de la campaña de desestabilización que no ha cesado desde el 2002, y a la que ustedes hacen comparsa…
Periodista: A ver, amigo… ¿usted sabe que la Corte IDH tiene su sede en Costa Rica? ¿Y que está formada por 7 jueces, ninguno de los cuales es gringo ni canadiense? ¿Qué esos jueces fueron elegidos por votación de todos los países de América, en su gran mayoría latinoamericanos, la mayoría miembros de Unasur, Mercosur o el ALBA? ¡Supe que una jueza, de nacionalidad dominicana, hasta es Miembro de Honor de la Unión de Juristas de Cuba!… Pero como el tiempo en TV es implacable, cambiemos el tema: ¿Por qué aceptar unas decisiones de la Corte (Corte IDH) y otras no? Se aceptó la que condenó el Caracazo, pero no la de los crímenes de El Amparo… y ahora no se acepta la que condena la inhabilitación política de Leopoldo López ¿Cuál es la diferencia entre los crímenes del Caracazo y los de El Amparo, por ejemplo? ¡En El Amparo fueron asesinados campesinos humildes!
Ministro: El Caracazo fue un crimen contra el pueblo cometido por la ultraderecha representada por Carlos Andrés Pérez… en el caso de El Amparo, en cambio, se pretende pasar factura a algunos militares dignos, por sus posturas patrióticas y revolucionarias. ¡Las instituciones revolucionarias tienen que condenar todo lo que va contra el pueblo, o sea, los crímenes de los reaccionarios!
Periodista: Entonces ¿Los campesinos asesinados en El Amparo no eran pueblo? ¿Tampoco lo son Leopoldo López y los venezolanos que reclaman el derecho a elegirlo? ¿Sólo las víctimas del Caracazo, y las de Cantaura o Yumare tenían derechos humanos? ¿Cómo entienden ustedes entonces la igualdad de derechos?
Dirigente PSUV: ¡Tú lo has dicho, pero no lo entiendes! En Yumare y en Cantaura la ultraderecha asesinó a revolucionarios, a gente que buscaba el bienestar del pueblo y luchaba contra los ricos, allí sí se violaron los derechos humanos, y nosotros tenemos que defenderlos… porque somos sus auténticos defensores ¿Pero cuándo has visto tú a la derecha defendiendo los derechos humanos? ¡Nooo, qué va! Por eso, entiéndelo vale, en este asunto del patiquincito de Leopoldo López, si se ha violado algo… no sé qué será, pero los derechos humanos… ¡no!
Amigo lector: disculpe que hayamos tenido que imaginarnos esta entrevista. Ojalá pudiera hacerse en la realidad, con derecho del periodista a preguntar y repreguntar, sin imponerle un guión previo. Y que fuera con el mismo Chávez.
Médico y profesor universitario
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