La semana pasada se realizó en Caracas el Primer Seminario Internacional sobre Control de Armas, Municiones y Desarme. Ciento sesenta participantes pudieron escuchar y debatir los aportes de cinco ponentes internacionales de altísimo nivel que vienen trabajando en la construcción de la política pública en tan delicada materia acá en Venezuela.

 

Los invitados internacionales (vinculados al mundo académico y legislativo, a organismos multilaterales como la ONU y a ONG reconocidas como VIVA RIO o la red internacional Iansa), coincidieron en felicitar el modelo de trabajo que ha asumido la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme. Recalcaron que no existe a nivel mundial otra experiencia organizativa, promovida por un gobierno, donde confluyan de manera plural actores sociales y estatales para analizar el problema de las armas, apoyados por una amplia capacidad técnica y ejecutiva.

 

Asimismo, destacaron lo fundamental que es producir la política pública sobre la base de conocimiento científico y diagnósticos serios como los que se están elaborando; corroboraron lo importante que es producir una campaña de sensibilización, información y difusión en este tema que le llegue a todos los sectores sociales; avalaron el espíritu inclusivo de la comisión en cuanto a su conformación y apertura a todos los sectores de la sociedad; y validaron el conjunto de medidas especiales que la comisión está adelantando en la materia, construidas sobre la base de la consulta popular.

 

También fueron muy claros y contundentes al afirmar casi al unísono que la política de desarme debe venir acompañada de un desmontaje de los mitos que sostienen la lógica del uso de las armas y de medidas prácticas, tales como la suspensión total de los permisos de portes de armas para civiles, propuesta que la comisión deberá evaluar en cuanto a su aplicabilidad radical en nuestro contexto.

 

De igual forma, los expertos evidenciaron las redes y tramas que se mueven detrás del mercado de armas internacional, que no deja a ningún país por fuera y que termina generando efectos nefastos en la calidad de vida de los pueblos, particularmente en una región tan violenta como América Latina y el Caribe, donde a pesar de tener solo el 13% de la población mundial, ocurren el 42% de los homicidios del mundo.

 

En esa misma semana, se realizó una marcha con la participación de más de mil niños, niñas y jóvenes en la parroquia Coche de Caracas, quienes se manifestaron a favor de la paz y el desarme en las comunidades, acompañados por algunos de los embajadores de paz que apoyan a la Comisión Presidencial.

 

Todo esto, sin embargo, no fue noticia para algunos medios corporativos. La fuerza mediática se concentró en un hecho que por puntual no deja de ser abominable: la utilización de un grupo de niños y niñas en un acto político donde se exaltaba el uso de las armas. Ante esto, con igual contundencia, la Comisión se manifestó repudiando el hecho y convocando a trabajar por el desarme efectivo de todos los sectores.

 

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