Desiree GonzalezSiempre que se hace alusión a los derechos humanos, seguidamente se piensa en derechos como la salud, educación, vida, trabajo, entre otros;que sin duda conforman los derechos más demandados por los ciudadanos, pero más allá de eso, existen derechos de carácter subjetivo que también merecen importancia para el desarrollo de un nivel de vida adecuado, y es el derecho al tiempo libre y  la recreación.

Es innegable la contribución de tal derecho en las capacidades positivas del ser humano y el bienestar integral que puede generar. Es por ello que desde muchos espacios destacan su valor, y múltiples son los países que hanapreciado la significancia yrelevancia del tiempo libre y la recreación  como componente de políticas sociales que se pueden traducir en mejorías a la población en general. Tal es el caso de Colombia, que ha unificado esfuerzos en el avance de legislaciones y políticas públicas de recreación que integran a la ciudadanía y favorecen el desarrollo humano y social.

En Venezuela, la situación no resulta similar. En el año de 1940, la Asociación Cristiana de Jóvenes (por sus siglas en inglés YMCA), vino a explorar la posibilidad de fundar una sede, materializándose para el año de 1946. Por su parte, desde el Estado se creó el Consejo Venezolano del Niño en 1965, para desarrollar programas recreativos comunitarios dirigidos a la población infantil y así sucesivamente con el transcurso de las diferentes gestiones gubernamentales se han implantado algunas legislaciones que garantizan y promueven en cierta parte, la existencia de este derecho. Sin embargo, el tiempo libre y la recreación no constituyen un derecho de referencia y menos aún, un derecho que pueda contribuir al impulso de políticas que vayan en consonancia con el bienestar integral de los ciudadanos.

Actualmente y de manera modesta, ciertas carteras ministeriales despliegan líneas de acción para promover el uso positivo del tiempo libre y la recreación en diversos sectores de la población, lo que representa un avance en la materia. Aun así, muchas personas desconocen que recrearse y disfrutar de un tiempo independientede obligaciones,es un derecho humano. Es necesario que los esfuerzos se dirijan al fomento de políticas y medidas que favorezcan a las personas, pero principalmente a la promulgación de una ley de recreación y a su vez, al conocimiento de los diferentes sectores que hacen vida en la sociedad de la existencia y exigibilidad como parte de una vida digna.

Mientras eso sucede, la invitación es a apropiarse plenamente del disfrute  en su extensión del tiempo libre y la recreación desde la familia, la comunidad, la escuela; a desarrollar programas que incentiven a los grupos organizados a la participación y sano esparcimiento, traduciéndose en satisfacción al ser humano.

No cabe duda que el tiempo libre y la recreación en estos tiempos, es un derecho que debe ser mayormente demandado.

Socióloga, Especialista en seguridad social – @desireegm

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