En Venezuela estamos en medio de un proceso electoral para la elección del Presidente de la República y, muchos, si no todos los funcionarios, contaminan TODA su actividad de los objetivos que impone ese contexto, dejando de lado el cumplimiento cabal de sus funciones públicas destinadas a obtener el bienestar del pueblo mediante el desenvolvimiento de las instituciones y el cumplimiento de la Constitución y la Ley.
Ello constituye, evidentemente, una desnaturalización de la condición de servidores públicos y, sin duda una agresión a la integridad del Estado y de la sociedad. Más aún cuando por definición constitucional el Estado es ahora no solo un Estado de Derecho, sino un Estado Democrático y Social, de Derecho y de Justicia, que significa colocar los objetivos de participación, de defensa de los derechos humanos y de búsqueda de la justicia como elementos centrales de la organización social y el propósito y razón del ordenamiento jurídico.
Una reunión electoral particular.
Una prueba irrefutable de esta desnaturalización la encontramos en la reciente y destacada noticia de que el Primer Encuentro Bolivariano de Alcaldes de la región oriental del país se reunió e hicieron una ostentosa declaración pública bautizada con el nombre de Manifiesto de Maturín. Tal declaración contiene el objetivo central de la reunión: ALCANZAR EL TRIUNFO ELECTORAL del actual Presidente Hugo Chávez.
Es decir, no se reúnen para el examen de los principales problemas económicos y sociales de cada uno de los municipios representados. Sobre la frecuencia de tales problemas, su similitud y diferencia, o, su origen y alcance. Tampoco les interesó buscar soluciones y unir fuerzas para detectar los obstáculos, debilidades y peligros y para superarlos en una acción mancomunada. NO… Mucho menos establecer una metodología de trabajo y la organización de la comunidad para realizar una efectiva evaluación de la gestión a fin de tomar los correctivos necesarios, determinar las corruptelas, la malversación y el derroche, establecer las responsabilidades y encaminar las sanciones de los responsables; NOOO… Eso no es el interés principal (ni siquiera interés secundario).
El verdadero interés es, mediante el uso de los recursos públicos, apoyar y buscar el triunfo electoral de su candidato presidencial, el que los mantendrá automáticamente en sus puestos de mando, sin evaluación y sin control para que los alcaldes sigan haciendo lo que les provoque y se sigan enriqueciendo utilizando para ello los históricos conceptos y fines de la revolución socialista y los sacrificios y esfuerzos del pueblo. Es lo que definimos como buscar y tener el poder no como instrumento para el bienestar de la población, sino como un bien en sí mismo, como un objetivo puro y simple.
Preferencias electorales particulares pagadas con fondos públicos.
He aquí una breve reseña de la noticia publicada: Un tema tratado fue “plantear nuevas estrategias electorales que definirán la victoria del presidente Chávez en las elecciones del 7 de octubre”. Otro tema “fortalecer lo que definieron como la hermandad interinstitucional y las etapas a seguir para unificar un bloque que compacte a quienes darán la ‘pelea’ en la Batalla de Carabobo convocada, por el presidente Hugo Chávez” (sic).
Otro tema “contribuir con todas las herramientas que sean necesarias para lograr la fuerza absoluta del Comando de Campaña Carabobo en lo que serán los comicios de octubre”. Otro fue “el acuerdo y compromiso rotundo para trabajar por el triunfo del Mandatario Nacional en las elecciones de octubre”. Otro más “la adopción de actitudes que no pongan en riesgo el trabajo que hasta ahora han venido realizando todos los activistas”
Como se observa de la reseña textual que hemos hecho de la noticia, tal como fue publicada, el Primer Encuentro Bolivariano de Alcaldes de la Región Oriental fue una reunión partidista pagada con los fondos públicos de los municipios. Totalmente dedicada a los propósitos electorales particulares del grupo de alcaldes, de manera que los fondos que deben ser utilizados para la solución de los problemas colectivos son utilizados para sufragar las preferencias políticas personales de los alcaldes.
Se refuerza la injusticia y el abuso.
No se construye así una sociedad alternativa al capitalismo que supere las corruptelas y el abuso, que coloque los intereses colectivos por encima de los intereses particulares, grupales o individuales. Tales conductas refuerzan la injusticia del capitalismo y son expresión de la tiranía de lo particular sobre lo general; además de la farsa y la impostura que significa al hacerse a nombre del socialismo.