Estamos en Venezuela 26 años después de 1989 y Tal Cual fue forzado a cerrar su edición impresa.
Hoy recordamos que gracias a la lucha contra la impunidad y en la que la prensa jugó un papel fundamental, la represión sufrida por el pueblo venezolano en 1989 no quedó sumida en el silencio.
Sin embargo, es necesario recordar también que a pesar de haberse logrado una decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) que declaró la responsabilidad del Estado venezolano en la violación a los derechos humanos, nuestros tribunales no han enjuiciado, ni sancionado a los culpables intelectuales y materiales de aquellos hechos.
Además, existe en Venezuela una censura que poco tiene que envidiar a la impuesta en 1989. Aunque los métodos son diferentes, su efecto es el mismo. Los medios de comunicación están mayoritariamente silenciados y la sociedad no tiene acceso a expresarse.
Mientras, la escasez de comida, medicamentos y otros bienes de consumo es mayor que en 1989. La inflación todo lo engulle y la inseguridad es atroz. La situación carcelaria supera la literatura de Dante y la normativa represiva impone la delación por motivos políticos, y admite el uso de armas de fuego en manifestaciones.
Hace horas revivimos una escena del 27 de febrero de 1989 que nos toca el alma: un niño murió en Táchira producto de un balazo que le dio un policía al reprimir una manifestación.
Por todo ello, el Estado no aprendió la lección del “Caracazo”, lamentablemente. El gobierno no reconoce a las organizaciones sociales autónomas, ni a los sindicatos y gremios independientes. Descalifica a toda la dirigencia estudiantil y persigue a la disidencia política.
26 años después de 1989, Provea llama nuevamente al gobierno a cesar la represión contra el pueblo y contra la prensa, especialmente las restricciones económicas y las amenazas judiciales contra Tal Cual.
Este 27-F Provea urge al Presidente de la República a rectificar la política económica de su gobierno, principal responsable del malestar social.